Santiago Cuelho se desempeñó durante la última temporada en el ISEO de Lombardía.
El concordiense Santiago Cuelho es basquetbolista y vive en Lombardía, Italia. Allí atravesó la peor parte de la pandemia, desde donde contó las experiencias vividas en los últimos meses con el coronavirus y en la actualidad con el básquet.
Santiago Cuelho es concordiense y vive en Italia desde hace un año y medio. El básquet lo encontró en esa localidad defendiendo los colores del ISEO, de Lombardía, que milita en la categoría C1 del básquet italiano. En ese equipo, Cuelho logró promediar nueve puntos, 4,9 rebotes, 2,5 asistencias y 1,4 recuperos durante la última temporada.
El base entrerriano atravesó la parte más difícil de la pandemia por el coronavirus (covid-19) en la región de Lombardía, una de las más afectadas por esta enfermedad. Desde allí contó: “Al principio la gente seguía su vida normal, no se lo tomaban en serio, cuando empezó el brote no se pudo parar hasta que empezaron a poner más controles”, contó.
“La gente no se cuidaba porque casi no teníamos información, el virus había empezado en la China y después vino directo para Italia. Empezamos el aislamiento preventivo desde mitad de marzo, igualmente fue sólo un mes. Después en abril ya volví a trabajar. Para mitad de mayo y principios de junio ya se empezó a normalizar todo y ahora la vida ya es casi igual que antes”, relató desde el que fue uno de loes epicentros de la pandemia en sus primeros meses.
El entrerriano señaló que el primer caso dentro del básquet italiano se detectó a finales de febrero, poco antes de que su equipo deba jugar un partido. “Pensábamos que venía una semana de vacaciones, que íbamos a descansar y también pensamos en la recuperación de los jugadores lesionados de nuestro equipo. Pasaron las semanas y después de un mes directamente suspendieron la liga”, manifestó.
Cuelho contó que pese a que la vida se desarrolla con normalidad en la actualidad, el equipo no ha vuelto a entrenar en su cancha, ya que las mismas pertenecen a la provincia en la que vive y todavía no están habilitadas. “Si se puede ir a jugar al aire libre o en canchas privadas”, diferenció.
En su corta carrera, Cuelho comenzó desde muy joven en La Unión de Colón, pasó por la escuelita de básquet del Colegio San José Adoratrices y continuó en Ferrocarril de Concordia, donde llegó a jugar el Torneo Federal de básquet.
“Nunca pensé en jugar profesionalmente, obviamente desde chico cuando empezás las ganas siempre están, pero no es fácil. Yo me dediqué porque terminé la escuela y empecé mis estudios a distancia, por eso podía viajar con el equipo, entrenar mucho. Un año antes de venir a Italia empecé los trámites para tener la ciudadanía, estaba decidido a venirme acá, salió esta oportunidad y no lo dudé, más que nada por una experiencia de vida. Estudié turismo y durante la carrera te van dando ganas de viajar y conocer, me abrió la cabeza. Terminé la facultad y nos vinimos con mi novia”, contó.
En cuanto a su experiencia personal en Italia, el base de 1,83 metros comentó: “Nadie hablaba español en el club. Si no aprendés el idioma se complica la relación con los chicos en el vestuario, además yo juego de base y necesito comunicarme, le puse muchas ganas al aprendizaje. Cuando recién llegué tenía 20 minutos de viaje hasta el club en el auto con un compañero, así que llevaba mi cuadernola, le preguntaba cosas y las anotaba, llegaba a casa y estudiaba. Después de 2 o 3 meses más o menos manejaba el idioma”.
Fuente: prensa Club Estudiantes.