Está claro que River necesita reforzar sus medidas de prevención y protección defensiva para el Superclásico del domingo. Y la opción más confiable que tiene Marcelo Gallardo para cubrir la sensible ausencia de Gonzalo Montiel, que depende de un milagro en la recuperación de la sobrecarga en isquiotibial izquierdo, es reemplazarlo con un hombre con experiencia y antecedentes positivos en estas instancias. Así, lo más factible es que el entrenador se incline por cubrir el lateral derecho con el entrerriano Milton Casco.

Es cierto que el presente del ambidiestro de 33 años no es el mejor. También, que pese a ser diestro hace mucho tiempo adoptó el lateral zurdo como su hábitat natural. De todas formas, el entrerriano es el que le brinda más confianza al Muñeco para reemplazar a Cachete, el motor de la banda derecha. Porque Vigo aún se muestra verde para rendir en el alto nivel físico, futbolístico y mental que demanda el equipo de Gallardo; Rojas ha jugado en ese puesto en la selección de Paraguay pero en River nunca respondió en ese sector, ni siquiera en el rol de stopper, y viene de un partido flojísimo en Barranquilla.

La otra alternativa es Paulo Díaz, quien ha ocupado ese puesto en San Lorenzo, Palestino y la selección chilena. Sin embargo, el trasandino no posee cualidades técnicas y ofensivas como para ser una opción valiosa de ataque, esa virtud que convirtió a Montiel en una pieza irremplazable en River y en una fija para la selección argentina de fútbol.

Por eso, tanto Gallardo como el cuerpo médico y los preparadores físicos de River aún mantienen la esperanza de que el lateral de 24 años continúe con el progreso que tuvo en las últimas horas en la evolución de su lesión y no están dispuestos a bajarlo del clásico todavía, más allá de que la condición física de Montiel estará lejos de ser la ideal en caso de que pueda estar presente al menos en el banco, consigna Olé.

La otra decisión que debe tomar el DT de River es si defiende con cuatro o con la línea de 3/5, que en teoría controlaría mejor a los picantes Pavón y Villa, principalmente. Y en este caso, el otro dilema de Gallardo es si ubica como líbero a Rojas, al que aún le pesan este tipo de partidos, o se la juega por el oficio de un Maidana que está lejos de su mejor versión física y futbolística.