La periodista mexicana Marcela Turati se refirió a las implicancias de haber sido espiada por el gobierno de su país mediante el software israelí Pegasus, diseñado para perseguir a criminales y terroristas pero utilizado en México para infiltrar teléfonos celulares de periodistas, activistas de derechos humanos, directores de empresas, y otras personalidades.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Turati comentó que “la novedad no fue tan sorpresiva porque desde 2017 en México se supo de la existencia de Pegasus porque fueron infectados los teléfonos de 15 periodistas y activistas, y se hizo una denuncia pública en ese año de que había un sistema de software espía que utilizaba el gobierno mexicano”. “Desde entonces cada tanto hay alguna noticia nueva porque hubo laboratorios internacionales de seguridad digital investigando qué había pasado, y lo último fue el sábado en la tarde cuando un colega me llamó para avisarme que se publicaría una nota global y que mi nombre estaba en la lista”, relató.

Al respecto, dijo que sintió “una sensación de alivio porque, de alguna manera, siempre sentía y pasaban cosas y la gente me decía que era paranoica. Por otro lado, era la sensación de susto, de escalofrío, de que no quieres ni pensar a cuántas fuentes entrevistaste”. “Yo entrevisto a víctimas de la violencia, que tienen historias de terror, de hijos desaparecidos, investigaciones sobre fosas clandestinas, y esos han sido mis temas en los últimos 10 años, entonces también se piensa en las fuentes que tenía en el celular”, explicó.

Puntualmente indicó que “el sistema Pegasus es super invasivo, que toma el control de tu celular y puede tener acceso a tus comunicaciones, contactos, fotos, tu agenda, tus grabaciones, tus chats; tiene el control de tu ubicación y puede meterse en tu vida privada y laboral”.

“No se sabe si el sistema sigue activo en nuestros celulares, si lo desactivan o si caduca la licencia, ya que el gobierno mexicano no ha querido informar de qué tamaño fue la penetración, pero otra cosa que preocupa es que esos años -2016 y 2017- en que mataron a Javier Valdéz y a muchos otros, nos empezamos a organizar en redes de articulación de periodistas para protección porque México encabezaba la lista en cantidad de asesinatos a periodistas  y había una labor todo el tiempo de atender emergencias de periodistas en riesgo, de reubicarlos, de mandarles dinero, de atender llamadas de periodistas en riesgo; y no solo a mí me cayó la noticia como bomba sino también a estas redes de colectivos de periodistas con quienes me articulaba en esos años, así como con organizaciones de derechos humanos y de libertad de expresión”, contó.

Y agregó que “se supo que en 2017, dos semanas antes de ser asesinado el periodista Cecilio Pineda de Guerrero, su teléfono había sido infectado; y después de ser asesinado Javier Valdéz por un grupo del narcotráfico, a todos sus colegas fundadores del semanario Río Doce en Sinaloa y a su viuda que también es periodista, también les infectan los teléfonos”.

Respecto del funcionamiento del Pegasus, Turati comentó que “es una empresa privada que supuestamente le puso reglas a esta compañía, pero ahora la política se metió en este tema porque había una restricción para venderle a Arabia Saudita y la empresa se negaba a vender estos software, pero intervino el gobierno de Israel”. “Ahora en México tenemos un personaje muy oscuro que trabajaba en la Fiscalía General dela República que fue quien intentó tapar todo lo de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en 2014 –que era uno de los temas que investigábamos varios de los que estamos en la infiltración-, a quien se le vio inventando, sembrando huesos y fingiendo que eran de los normalistas, huyó como prófugo a Israel. Este personaje, Tomás Zerón, es uno de los que firmó los contratos para usar Pegasus, y cuando México lo pidió para extradición el gobierno de Israel se negó, planteando que no estaba de acuerdo el apoyo del gobierno de México a Palestina. Estamos muy sorprendidos de esta reacción”.

Al respecto, aseguró que “esto no tiene nada que ver con la seguridad nacional, sino que es político” y explicitó que “México compró 15.000 licencias para infectar esa cantidad de teléfonos y fue el país que mayor volumen compró, y ahora que se empezaron a cruzar las bases de datos se supo que había al menos 25 periodistas; unos 50 allegados a quien entonces era candidato y hoy es presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, como sus hijos, su esposa, su chofer, su cardiólogo, sus amigos más cercanos, muchos que hoy son secretarios de Estado, la actual jefa de Gobierno de Ciudad de México; el sindicato de maestros que en su momento se oponía a una reforma educativa; la esposa del ex presidente Felipe Calderón que estaba formando un partido político; también hay militares y defensores de derechos humanos, y cada día nos estamos informando de una nueva revelación de más infectados. Es decir que por el momento no se sabe el tamaño de lo descubierto”.

“Supuestamente desde la empresa aducen que con Pegasus no violan derechos humanos porque fue creado  para atrapar a terroristas y a criminales organizados pero lo que vemos en México es que se usó para otra cosa, y se usó para infiltrar a periodistas que estaban investigando la caja blanca del presidente, un escándalo por la mansión presidencial”, sentenció la periodista.

Por otra parte, sostuvo que la llegada al poder de López Obrador “ha sido difícil para los periodistas porque es un presidente que da una conferencia todos los días y al menos tres veces a la semana dice que los enemigos del pueblo son los periodistas, y una vez a la semana abre una sección que llama ‘Quien es quien’, donde muestra lo que llama ‘El pinocho de la semana’ y muestra seis a 10 notas que él considera que mentían, muchas veces desacreditando investigaciones que después resultan ciertas”.

“Además ayer asesinaron a un periodista en Morelia, el mes pasado hubo otros tres periodistas asesinados en cuestión de horas, el gobierno mexicano acaba de comprar otro software que no es Pegasus pero también sirve para espiar y no sabemos qué se ha hecho desde la denuncia de 2017 ni se ha depurado las instituciones, como el Ejército, la Fiscalía General de la República y el Centro de Seguridad Nacional que eran donde se concentró la infiltración. No vemos una depuración ni sabemos si sigue pasando todo esto, y además el crimen organizado sigue amenazando a periodistas, sigue siendo una situación muy difícil para el periodismo”, advirtió.

“Hoy la crítica se ve mal, hablan mucho del golpismo y hay una campaña contra quienes recién financiamiento del exterior que son muchas de las organizaciones de prensa, se quiere desaparecer el Instituto Nacional de Información Pública, y todo esto es muy preocupante. La militarización se ha intesificado, y México sigue siendo violento y difícil para el ejercicio del periodismo”, concluyó.