El tránsito en la ciudad de Paraná suele ser caótico y la realidad del servicio de remises lo demuestra. La deficiencia en los controles y una ordenanza vieja e incumplible se suman a la necesidad de trabajo para hacer un coctel peligroso. En un informe especial del programa televisivo Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral), se analiza qué sucede cuando se utiliza este sistema como una rápida salida laboral sin las autorizaciones y medidas necesarias, operando por fuera de la legalidad.  

Para conocer la actualidad del sistema, Cuestión de Fondo dialogó con el coordinador general de la Secretaría de Seguridad Vial, Movilidad y Ordenamiento Urbano del municipio, Enrique Ríos, informó que “en la ciudad de Paraná contamos con 19 empresas autorizadas que –excepto una que fue autorizada durante 2019- son las que vienen trabajando desde los orígenes del sistema, con una capacidad de 850 rodando en la ciudad distribuidos en las distintas empresas y para lo cual cada una tiene un cupo que no ha sido modificado desde 2009 a la fecha”.

“Tenemos un sistema detallado empresa por empresa con el vehículo habilitado y el titular que son los coches con los cuales las empresas pidieron la habilitación correspondiente. También debo decir porque es un fenómeno que se da en la ciudad de Paraná, la semana pasada se detuvo a una persona que estaba desarrollando la tarea fraguando las obleas que se requieren para la prestación del servicio, y era un servicio totalmente fuera de toda reglamentación”, aseveró.

Especificó que “en ese caso se procede a quitarle el vehículo, hacer la detención, labrar el acta correspondiente y la persona debe hacer el trámite en el Juzgado de Faltas y pagar las multas. Y antes de que se retire el coche se le sacan todas las obleas truchas".

Ríos adelantó que para evitar esto, “se está trabajando en un proyecto para avanzar en el uso del código QR, para que las obleas contemplen el código y poder controlarlo con un scanner, con lo cual sería menor la posibilidad de que sean truchadas”. “Hoy por hoy es simplemente una calco que se pega en la unidad y si bien no lo hace cualquiera, no es infalible. Lo que sería distinto con el código QR porque sería prácticamente inviolable”, admitió.

Consultado por la situación de los “truchos” o ilegales, Ríos dijo que “de acuerdo al informe del área operativa, en los últimos seis meses se han detectado solamente dos remises en estas condiciones”.

En relación con la suficiencia y eficacia de los controles, el funcionario afirmó: “Generalmente se vienen haciendo controles al transporte de pasajeros durante toda la semana, y fundamentalmente sábados y domingos, en distintas arterias de la ciudad; se va diagramando según día y hora. En la medida en que se puedan agudizar los controles van a redundar en una mejora del servicios, hoy se realizan de acuerdo a la disponibilidad que tenemos de personal y de recursos y se está cumpliendo de la mejor manera posible”.

Al momento de describir el funcionamiento del sistema, analizó que “la ordenanza que regula el sistema de remises es del año ’94 y evidentemente con el tiempo hay cuestiones que han quedado en desuso y otras que es necesario actualizar, por lo cual se ha trabajado con el Concejo Deliberante en un proyecto de ordenanza sobre el cual hay un núcleo de coincidencias y que está abierto para debatir con la Cámara de Remises para poder avanzar en las modificaciones”.

“Creo que es necesario un reajuste y actualizarla a los nuevos tiempos, entiendo que en la prestación del servicio hay algunos que son muy buenos, otros que no tanto y otros que prácticamente no están en condiciones”, reconoció.

Agregó que “hay también otro problema, porque la última revisión técnica vehicular se hizo durante 2019 y en los dos años de pandemia no se realizaron, por lo cual estamos encarando un proceso para hacerlo de modo de garantizar la mayor seguridad  al pasajero. Tenemos programado para el mes que viene hacer una revisación técnica en todos los autos”.

Respecto de los controles de los choferes, indicó que “la persona que está habilitada –tal cual establece la ordenanza- la empresa lo debe habilitar y cumplir todos los requisitos: tener libreta sanitaria, carnet profesional habilitado y eso se controla”. Admitió que en este punto en los controles se detectan irregularidades al respecto.

Sobre la eficacia de las multas, sostuvo que “han sido fijadas en el año ‘94 en unidades fijas y varían de acuerdo a la infracción que se comete”.

Empresas de remises sin habilitar

El presidente de la Cámara de Remises de Paraná, Juan Carlos Eberle, aseguró que “la ordenanza está obsoleta hace años, nació en 1994 cuando la actividad tenía un año de practicarse y ya su nacimiento es contradictorio a cómo se desarrollaba la actividad” y remarcó que “como Cámara y desde las empresas en forma individual venimos bregando por una reforma de la ordenanza que nunca se produjo. Se le han hecho algunos parches, pero todo circunstancial, nada de fondo ni de lo que realmente se necesita cambiar en la ordenanza”.

En ese marco, reconoció que “hoy por hoy los permisos están vencidos, la habilitación de los locales están vencidos, se está trabajando con esta gestión de la mano de Ríos consensuando algunos puntos pero son muchos los que hay que cambiar, hay que hacerle una cirugía de fondo a la ordenanza porque se quedó en el tiempo”.

“Esto es un problema de la normativa en sí. La última gestión que otorgó permiso municipal a las empresas fue la de Sergio Varisco (1999-2003) y desde aquella época viene la habilitación que debería tener una vigencia de cinco años, es decir que hace añares que las habilitaciones están vencidas”, refirió.

Eberle aclaró de todos modos que “con los autos es distinto, porque en la gestión del intendente José Carlos Halle se dictó una resolución (la N°66) que permite o reconoce a las empresas dentro de las falencias que tenían a seguir funcionando en una especie de habilitación permitida, dentro de lo cual cada empresa para dar de alta o de baja un auto debe hace toda una gestión dentro del municipio.  Eso se hace y de este modo los autos están reconocidos, funcionan dentro de las empresas, tienen su habilitación, sus seguros y sus controles”.

Sobre la problemática de los autos “truchos”, dijo que “hay muchos más de lo que se puede imaginar” y explicitó que “hay diversos tipos de truchos: el que nunca es detectado en los controles y ahora el trucho más grande que funciona en la ciudad de Paraná es Uber, que no está permitido pero funciona igual”.

Cuestionó que “en todos los Facebook aparece publicitándose y no sabemos desde que se implementó en Paraná, que ya lleva varios meses, que se hayan secuestrado un par de coches. En eso los controles de la Municipalidad son inexistentes para este tipo de prestación ilegal que sabemos que existe”. “El control y el poder de policía para controlar lo tiene que ejercer el organismo habilitado para eso que es el municipio. Nosotros todos los días estamos siendo detenidos en algún control, donde piden la documentación, es algo reiterado y hasta molesto porque un auto que lleva tres pasajeros al centro, quizás lo paran tres veces en la mañana, y sin embargo nunca aparece un trucho del ilegal o un trucho de Uber”, aseveró.

“Por la pandemia se había perdido pero en épocas normales –las cuales están volviendo- como época de fiestas, de boliches y demás era muy común ver autos normales con un cartel en el parasol diciendo remis. Es decir que el trucho está a la vista de todos; siempre estuvieron y van a seguir estando”, alertó Eberle. 

Entre las quejas de la Cámara de Remises, actualmente se encuentra la pretensión del Estado municipal de renovar las flotas de autos. Exigen que no tengan una antigüedad mayor a 2018, lo cual es un despropósito: primero por el costo que tienen los vehículos y segundo por el estado de las calles de la ciudad que es un desastre, están llenas de pozos y rompen los autos.

La opinión de los taxistas

Desde otra arista del problema, los taxistas sufren directamente de lo que aseguran es una “competencia desleal”. Hoy circulan en la capital provincial unos 450 taxis. El secretario de la Cámara de Taxis de Paraná, Walter Cerrudo, señaló ante Cuestión de Fondo que “en este momento se está trabajando para hacer cumplir la ordenanza, porque nunca se ha cumplido desde 1994. Media obsoleta pero nunca se cumplió”.

El remise toma pasajero en la calle, en el microcentro, sin hoja de ruta y eso no se puede hacer porque la ordenanza lo prohíbe. Debe n tener un galpón con más del 50% de los autos en el galpón y eso no sucede. La mayoría de las empresas no cumple con lo que dice la ordenanza, salvo una o dos que sí cumplen.

Al respecto, planteó la problemática de “la falta de controles”. “En este momento vemos que hay controles un poco más estrictos, pero este es un problema que viene de 25 años y que en dos años no lo va a solucionar una gestión, porque es un problema de vieja data”, analizó.

En este marco, sostuvo que los remises irregulares “afectan mucho al servicio de remise” y como ejemplo mencionó que “de 15 viajes, cinco los toma el remise y es mucha la diferencia que hay en el costo”. “De 20 viajes por dia que puede hacer un taxi, seis o siete viajes te quitan del centro los remises. Es una competencia muy desleal que la vivimos continuamente y es una lucha eterna, de hace muchos años”, refirió. 

Aunque dijo desconocer los motivos por los cuales no se encuentran soluciones, Cerrudo afirmó que “el 90% de los autos de taxis cumplen con la ordenanza y estamos en tratativas de cambiar algunos puntos de la misma, para que las licencias sean personales y particulares, no concesionadas por 10 años, porque la ordenanza es de 1991 y también ha quedado vieja”.

No obstante, aclaró que “no queremos una ordenanza unificada que es lo que la Municipalidad está planteando”.

Asimismo, dijo que “el tema de los autos truchos es un eterno problema” y lamentó que “hoy hay un estimado de 800 truchos, es un problema que no le encuentran solución”. 

Conclusiones

Como conclusión,  podemos decir sin temor a equivocarnos que en la ciudad la normativa que regula el servicio de remises es obsoleta y que es hora que los concejales que son elegidos por los ciudadanos para que se encarguen de estas cuestiones, tomen cartas en el asunto y se pongan a trabajar en el tema. 

Por otra parte, renovar el reclamo por mayores y mejores controles. Que sean eficientes, porque todos los actores del sistema hablan fuera de cámara de un dejar hacer, de una laxitud de quien debe controlar para evitar problemas, para evitar que las personas sin trabajo reclamen a las puertas del municipio.

Tampoco es solución definitiva al problema, hacer que las empresas actualicen las flotas de autos como pretende la actual gestión municipal. Hay malestar entre los propietarios porque les exigen que los vehículos no tengan una antigüedad mayor a 2018, lo cual es un despropósito: primero por el costo que tienen los vehículos y segundo por el estado de las calles de la ciudad que es un desastre, están llenas de pozos y rompen los autos.

Es cierto que hace falta trabajo y que mucha gente quiere trabajar honestamente, pero no es la opción hacerlo en la ilegalidad. Autoridades municipales y concejales, es hora de poner manos a la obra.