Por Carlos Merenson*
Frente a todo lo anterior considero necesario reflexionar sobre algunos temas soslayados en el artículo que nos ocupa tales como - por ejemplo – no advertir que en nuestro país, la SD se encuentra asociada a la monocultura sojera con un paquete tecnológico de insumos y concentración de los recursos productivos que – conjuntamente - ha conducido a una mayor degradación y contaminación del ambiente, y a la exclusión social de productores con menores recursos.
Es entonces que, si bien puede que resulte conveniente llevar la SD a una parte de las tierras de labranza del mundo como lo propone el Ing. Barbagelata, no ocurre lo mismo con el intento de extrapolar prácticas y resultados obtenidos en la región pampeana a aquellas regiones donde avanza la frontera agropecuaria en nuestro país, fundamentalmente el NOA y el NEA. Esta extrapolación no es novedosa y entre los denominados “síndromes de insostenibilidad” *1 adopta la forma de un síndrome “Pamphúmedo” en el que operan causas esenciales como: las tecnologías (de insumos y de procesos), la concentración productiva y los cambios en el uso de la tierra, no solo en cuanto a la proporción de agricultura y ganadería, sino que además, se verifica un masivo proceso de conversión de usos del suelo, principalmente en la forma de deforestación.
Es entonces importante advertir que en las regiones donde avanza la frontera agropecuaria no se puede suponer que la SD tendrá un efecto benéfico en cuanto al incremento de C en el suelo ya que los datos deben ser contrastados con los correspondientes al almacenamiento de C en los suelos forestales que fueron desmontados para su habilitación agrícola. Es así que, por ejemplo, la Dra. María Florencia Barbero *2 aporta datos que demuestran que la SD en suelos ubicados en las zonas subhúmedas templada y subtropical, el Carbono Orgánico (CO) del suelo no aumentó respecto del nivel registrado en un monte.
Por último el ingeniero Barbagelata destaca que nuestro compromiso y desafío debe ser el de reducir el daño ambiental de la agricultura, de cuya actividad es absolutamente imposible prescindir, produciendo con eficiencia y con el menor impacto posible, tratando de sostener los servicios ecológicos del medio ambiente. Lo cierto es que la SD – por si sola o mal empleada – no garantiza alcanzar los objetivos aquí planteados.
El gran desafío que tenemos por delante es el de sobreponernos al síndrome “Pamphúmedo” para lo cual tendremos que abandonar la cultura extractivista de muy negativas repercusiones socio-ambientales y económicas, tal como lo demuestra la larga experiencia regional en la materia, que solo sirvió a una inserción internacional subordinada y funcional al modelo comercial y financiero hegemónico, prácticas que solo se volcaron a la maximización de la renta para pocos y la externalización de impactos sociales y ambientales para muchos.
La mejor manera de ayudar a mitigar el cambio climático desde la producción agrícola es frenando el avance de la frontera agrícola y mediante una agricultura ecológica, descentralizando, cambiando hacia sistemas locales de producción, distribución y consumo, en tanto ello redunda en una reducción real de insumos e impactos. Estos sistemas locales son menos dependientes de los combustibles fósiles para hacer funcionar maquinaria agrícola pesada; menor aplicación de agroquímicos; menor dependencia del transporte a larga distancia para enviar las cosechas a las plantas procesadoras y supermercados; y menor uso y eliminación de plástico para embalaje.
*Ex secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.
1-La metodología de los “Síndromes de Cambio Global y de Sostenibilidad” fue desarrollada por el Potsdam InstituteforClimateImpactResearch para el Consejo Consultivo Alemán sobre Cambio Global y se basó en considerar que las interacciones entre las sociedades humanas y el ambiente frecuentemente operan siguiendo patrones típicos, patrones funcionales (síndromes) de interacciones socio-ambientales que hasta cierto punto resultan repetibles. La tesis subyacente en esta particular visión es que los complejos problemas globales del ambiente y el desarrollo se pueden atribuir a un número discreto de patrones de degradación del ambiente.
2- Evolución del Carbono en suelos provenientes de monte bajo Siembra Directa del área subhúmeda templada y subtropical de Argentina (2010)