Mariano Werner lamentó no haber logrado el título del Turismo Carretera en Centenario, Neuquén, donde había llegado con posibilidades concretas de ser campeón. “Hemos dejado todo en la pista. Pusimos más de lo que teníamos; superamos autos con un ritmo firme, pero no se dio”, manifestó el piloto paranaense que peleó la Copa de Oro con Agustín Canapino, tetracampeón de la categoría.

“Lo felicito, es el merecido campeón. A él sí se le dio todo”, destacó el entrerriano y comparó su actuación con la del oriundo de Arrecifes. “No fue el mejor fin de semana. Así como se nos dio La Pampa, no se pudo en Neuquén. No tuvimos el auto ni el neumático óptimo a la hora de clasificar, lo que también perjudió a Agustín", sostuvo el piloto de Ford sobre la clasificación, en donde ocupó el 16º puesto.

La competencia final tuvo su momento clave cuando en la primera neutralización se debió relanzar con bandera ante un inesperado corte de energía eléctrica en el circuito patagónico, y esta situación sorprendió a la mayor parte de los participantes, generando también una confusión entre los equipos.

"En el relanzamiento íbamos a la par con Agustín (Canapino), pero elegí ir por adentro y justo la visibilidad disminuye con lo cual perdimos tiempo, y él nos supera", indicó el entrerriano que terminó tercero en la Copa y en la tabla general del campeonato de TC.

Con el respaldo técnico de Ulises Armellini y su equipo, la motorización de Marcelo Esteban, el paranaense destacó: "Llegamos a otra definición y trabajamos bien. Conformamos un vínculo con ellos, más Alfredo Pozner y Marcelo Occhionero, que tenemos desde hace tiempo".

En diálogo con Campeones, Werner se refirió a los representantes de la marca en esta temporada: "Hemos sido regulares, pero nos falta ese poquito para ser más estables, lo cual me parece que es general entre los usuarios de Ford, porque veo a todos los autos de la marca con altibajos en cada carrera".