Paolo Quinteros, quien disputó la novena temporada con los colores Regatas Corrientes, piensa en el retiro de las canchas después de varios años en la elite del baloncesto argentino. En este marco, el colonense contó que inicio otra actividad. “Comencé a estudiar hace cuatro o cinco meses, por febrero, marzo de este año. Quería hacer algo para que cuando me retirase no me encontrara con que no tenía nada por hacer”, contó.

Quinteros, quien comenzó su extensa trayectoria en La Unión de Colón, fue campeón con Estudiantes de Olavarría, Boca y precisamente Regatas en la Liga Nacional. Además de tener en su palmarés otra cantidad de títulos nacionales e internacionales y haber sido parte de la gran Generación Dorada.

A la institución correntina llegó luego de su paso por Europa y hasta el día de hoy se encuentra en actividad siendo cada temporada uno de los más destacados. Para él “el club es como su segunda casa. Desde que llegué me hicieron sentir muy cómodo, siempre me respetaron, siempre me trataron con muchísimo cariño. Mi idea es terminar mi carrera profesional acá”.

En cuanto a la decisión de afrontar una nueva etapa en su vida como el estudio de una carrera universitaria, el entrerriano indicó: “Lo hablé con mi novia, la verdad que me empujó mucho, me ayudó porque obviamente fueron casi 20 años sin tocar un libro para estudiar, para leer sí porque me encanta leer libros”.

Quinteros, el jugador con más partidos en la historia de Regatas y el máximo anotador dentro de la institución, expresó que “sabía que no era tarea sencilla, ella me ayudó y por eso también acepté el desafío y me inscribí en Corrientes, en la Universidad Siglo 21 para hacerlo a distancia”.

La carrera que se encuentra cursando el escolta es Martillero y Corredor Público e Inmobiliario, que tiene una duración de dos años y medio.

“La verdad que la he tenido un poco fácil porque justo fue en el momento de la pandemia, donde no tenía que presentarme a entrenar o jugar, pero de todas maneras creo que no cambiaría mucho porque hoy por hoy tranquilamente se pueden hacer las dos cosas”, dijo.

Y cerró: “Si bien el deporte, el básquet, nos ocupa algo de tiempo, de las 24 horas solo son cinco o seis y el resto lo tenemos libre y el hecho de poder hacerlo desde casa ayuda y muchísimo. Así empecé a estudiar Martillero y con la ilusión y el deseo de que cuando me retire ya me encuentre con una carrera encima”.