ANÁLISIS accedió al escrito que presentó el ex gobernador y actual embajador argentino en Israel, Sergio Urribarri, en el marco de la causa que lo investiga junto al empresario paraguayo Diego Cardona Herreros, donde están imputados por los delitos de presuntas Negociaciones incompatibles, peculado y cohecho.

En el escrito que presentó, Urribarri negó: “Absolutamente todos los hechos supuestamente delictivos que se me endilgan. Mi intervención en la actividad administrativa cuestionada fue absolutamente regular, legal, toda la documentación respectiva fue preparada por las líneas técnicas del Estado provincial. Y en particular todo el gasto insumido fue erogado con la intervención de todos los órganos de control”.

En ese sentido, detalló que las licitaciones bajo la lupa judicial “concretaron actos regulares inscriptos en el marco más estricto de mis competencias y funciones de gobierno y como tales definibles como cuestiones políticas no judiciables”.

“Niego, por supuesto, en consecuencia, haber acordado y/o percibido de los contratistas, sumas de dinero, dádivas, coimas, retornos o como quiera que se llame a la práctica odiosa de distraer fondos públicos en provecho propio”, sentenció.

Seguidamente sostuvo que “las contrataciones fueron absolutamente legales y se dispusieron -todas- para atender los fines públicos legítimos fijados en los Decretos que las ordenaron y las aprobaron, con los fundamentos sólidos que ellos explicitan, los cuales ratifico ahora completamente. Y en tal sentido, la imputación es todo un despropósito. Los hechos que se me imputan no existieron, ninguna prueba de ellos se conseguirá”.

El embajador argentino en Israel y Chipre declaró a través de una plataforma virtual.

Urribarri presentó un escrito al comparecer ante la justicia

Y cerró: “Como quiera que sea desconozco y niego absolutamente todos y cualquiera de los documentos e informes en que la fiscalía funda la imputación. Niego entonces haber remitido o recibido correos electrónicos no institucionales relacionado con las contrataciones, planillas de Excel, llamados enviados y recibidos por teléfonos móviles o celulares y cualquier otro documento que no haga objeto de reconocimiento expreso”.