por JJN, de ANÁLISIS DIGITAL

A la incertidumbre que vivió el deporte por la postergación de los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020, se le sumó la reprogramación de los torneos clasificatorios que aún no se habían celebrado antes de la irrupción del coronavirus (covid-19) en el escenario mundial. Uno de los deportes afectados ha sido el canotaje de velocidad, que la semana pasada sufrió una nueva postergación de su Preolímpico en Curitiba, Brasil, que estaba previsto del 9 al 11 de abril.

 “Cuando nos enteramos de la suspensión justo estábamos en la semana de alivio; es decir, cada una entrenando en su casa. El entrenador (Juan Pablo Bergero) nos comunicó por nuestro grupo de whatsapp que estaba complicado el panorama, ya que en Curitiba había cuarentena estricta y no se sabía que iba a pasar con el Preolímpico, que en pocos días iban a terminar de definirlo. Dos días después nos avisaron que era definitivo”, manifestó la paranaense Micaela Maslein, integrante del seleccionado argentino femenino que desde hace meses se prepara para buscar su lugar en los JJ.OO.

Por la pandemia, se estableció la cuarentena estricta en Curitiba por la cantidad de casos de Covid-19 y los organizadores no podían seguir esperando para definir la realización del certamen por varios motivos, entre ellos, la logística: el traslado de los botes de competición no es sencillo, sumado a que algunos cruzan el océano desde Europa porque son alquilados por distintos equipos. “Nosotros porque estábamos cerca lo podíamos resolver un poco mejor. La COPAC (Confederación Panamericana de Canotaje) decidió que lo mejor era que no se llevara a cabo. La noticia fue que se suspendía y quedamos a la espera sobre cómo será la clasificación”.

Obviamente no cayó bien la postergación, porque lo mismo ocurrió en 2020. Sin embargo, las y los palistas se han acostumbrado a convivir con la incertidumbre. “Desde que empezó todo esto de la pandemia, cuando te dan una noticia así, como sucedió el año pasado cuando se suspendió por primera vez, una siente primero un poco de amargura. Igual, una ya no está tan convencida de que se vaya a hacer cada evento programado, y está un poco abierta a recibir esa mala noticia, porque el último tiempo nos acostumbramos a que se cierren cosas o se suspendan competencias”, lamentó Maslein.

La definición sobre el método que se utilizará para definir las plazas para Tokio está lejos de tener precisiones, pero saben en la selección argentina que hay una opción que no les resulta beneficiosa: la clasificación por los resultados obtenidos en el Mundial de 2019. En esa ocasión, Argentina compitió en el bote k4 (cuatro integrantes) y no en el K2 (de dos), porque no había prácticamente espacio entre una prueba y la otra. “Entonces al no haber presentado ese bote no entramos en esa clasificación que se puede hacer respecto del Mundial pasado. Perderíamos esa plaza y nos quedaría el K1 200, que corrió una de mis compañeras, aparte del K4. A nosotros nos perjudica mucho”, detalló la palista del Club Náutico Paraná. “Consideramos que es un poco injusto, pero entendemos que es difícil hacerlo de otra manera. En caso de América, luego de Canadá el otro clasificado sería Estados Unidos, que en los Juegos Panamericanos de Lima quedó a cuatro segundos de nosotras”, graficó la entrerriana sobre esa chance. Mientras, concentra con el equipo nacional.

 “Seguimos concentradas. Arrancamos la concentración este lunes, como estaba previsto, y teníamos los controles del K1 para definir quién iba a competir individualmente en el Preolímpico. Eso se postergó por una semana, lo vamos a tener la próxima, aunque tampoco sabemos si serán definitorios o no”, confesó. De todos modos, se realizarán para cerrar fase, una de las etapas del entrenamiento. Es que una de las complicaciones con tantas postergaciones e indefiniciones es la planificación de los entrenadores. “Se hace todo un ciclo, pero te van corriendo las fechas, se van alargando los plazos y tenés que modificar sobre la marcha. Cuando se suspende algo y lo único que te dicen es ‘vamos a ver cómo se sigue’ y no te dan fechas concretas porque con la pandemia no se puede prever nada. Se hace difícil entrenar con tanta incertidumbre”, reconoció.

Maslein, medallista de bronce en el K4 de los Juegos Panamericanos de Lima 2019, es una de las cinco integrantes del seleccionado, pero no es la única entrerriana: la acompaña la uruguayense Magdalena Garro, olímpica en Río 2016. La experimentada Sabrina Ameghino (Ensenada), Brenda Rojas (San Pedro) y Martina Isequilla (Rosario) completan el equipo. A fines de 2020, realizaron la pretemporada en Tafí del Valle, y en enero tuvieron los primeros controles internos para el K2. “Quedaron Sabri Ameghino y Brenda Rojas, pero acordamos seguir entrenando todas juntas igual, porque por el Covid se hacen hisopados todo el tiempo: antes de concentrar, antes de viajar al Preolímpico. Había que estar atentas y no bajar la guardia porque si alguna llega a dar positivo tiene que estar la otra para ir, además, sabemos que entrenando en equipo se entrena más fuerte”, comentó.

Las expectativas de Maslein estaban depositadas en el K2 para el Preolímpico, pero junto a Garro tuvieron que conformarse con el segundo puesto. “Llegamos a la marca que nos pedían los entrenadores, pero hubo un bote más rápido que nosotras. En cuanto a los últimos controles de K1 estoy en el quinto lugar, pero seguimos entrenando y veremos qué pasa en el control selectivo”, añadió esperanzada. Durante el selectivo se probaron distintas combinaciones de parejas para conformar el bote, y las más veloces resultaron Ameghino y Rojas. “Quedé muy conforme, a pesar que queríamos ganar. Por suerte Argentina está teniendo muchos K2 bien competitivos y muy parejos, con eso estoy conforme”, destacó.

Para fortuna de Micaela, a pesar de las postergaciones y la incertidumbre, la convivencia con sus compañeras es muy buena. Las conoce desde que se sumó al equipo en 2017 y se convirtió en integrante estable del elenco Albiceleste. “Somos muy unidas y entendemos que para lograr el mejor rendimiento individual tenemos que entrenar mucho en equipo, apoyarnos y ayudarnos entre nosotras, competir en cada entrenamiento de manera sana. Personalmente siempre fui muy agradecida a mis compañeras, sobre todo de Sabrina (Ameghino) y Magui (Magdalena Garro), las más experimentadas, que me ayudaron mucho y me enseñaron cómo había que entrenar porque yo entré al plantel demasiado adulta, no tuve la experiencia de mis otras compañeras que están en el equipo desde jovencitas. Tuve que hacer un curso intensivo para estar a la par de ellas y por eso siempre les agradezco”, concluyó Maslein, mientras espera por novedades con la ilusión puesta en Tokio.

Fotos: Gentileza Micaela Maslein