El médico especialista en neumología infantil de Gualeguaychú, Federico Gini Cambaceres, analizó la realidad del Departamento y la ciudad que no logran bajar la curva de contagios de coronavirus y siguen mostrando indicadores de preocupación.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Gini Cambaceres dijo que la situación del Departamento y la ciudad “es bastante preocupante, lo seguimos de cerca porque hay números que cada semana van siendo mayores que la anterior: hace un mes se había llegado a un pico de 90 casos por día de promedio en la ciudad, después había levemente por encima de los 75 y ahora estamos arriba de los 100 casos en promedio por día en la ciudad, que es un número muy alto, y en el reporte de hoy son 165”.

Consultado por los motivos de esta situación, indicó: “No sé por qué exactamente esto se da en Gualeguaychú y en otras localidades no, lo que puedo decir es que cualquier caso positivo se evalúa, se hisopa o se hace el diagnóstico por nexo y se denuncia”.

Asimismo, explicó que “lo que tenemos en este momento son muchos contagios intrafamiliares, el año pasado había más gente que estaba dispuesta a hacer el aislamiento en el hotel, para salir de la casa y no contagiar a la familia, y el año pasado la gente que se quedaba en casa, la mitad de sus convivientes se contagiaba, mientras que ahora todos los convivientes se contagian; en el transcurso de los 10 días siguientes todos comienzan con síntomas, y eso se debe a la mayor contagiosidad de las nuevas cepas”.

“Por un lado, la decisión –que es entendible porque uno en su hogar está en terreno seguro y se siente cómodo- de preferir hacer el aislamiento en la casa, expone a todos los convivientes. Incluso cuando hacen el aislamiento en habitaciones separadas con baño aparte, porque en algún momento le llevan la comida, le retiran la basura, la ropa sucia, y hay momentos de interacción. La gran cantidad de gente que hace el aislamiento dentro de su casa hace que luego cada caso se multiplique por dos, por tres o por cuatro, por los convivientes. Y la otra cosa es que no se informan todos los contactos estrechos; a veces con la excusa de no decir que estuvieron en contacto para evitar ser aislados, no se comenta pero la verdad es que esa gente con el correr de los días empieza con síntomas”.

Como ejemplo, comentó que “ha pasado con gente que se hisopa y jura que no estuvo con nadie, y el mismo día que recibe el resultado positivo un montón de otra gente va a hisoparse por privado, sin hacer la consulta y sin decir nada, y muchos de esos vienen positivo ahí. Y también tenemos el problema de los falsos negativos por muestra temprana, cuando una persona empieza con síntomas y su pareja o su amigo, se hisopa el mismo día y le da negativo, pero esto es porque se necesitan unos cinco o seis días de incubación para dar positivo”.  

“El éxito en tiempos de pandemia es el aislamiento del caso y los contactos desde el minuto cero de la sospecha, no desde que se hisopa o da positivo. Si tengo síntomas hoy, mi señora, mis hijos y todos con los que estuve los dos últimos días se tienen que aislar, aluno van a resultar positivos y otros no tendrán nada que es lo mejor que puede pasar. Pero si se sigue esperando y circulando tanto esto se sigue desparramando”, analizó.

En cuanto a la respuesta del sistema sanitario, Gini Cambaceres aseguró que “sigue respondiendo al límite, con la mitad de estos números en la primer ola hubiésemos estado desbordados y el motivo por el cual todavía queda alguna cama en terapia intensiva o intermedia es la gran cantidad de vacunados”.

“La gente se vacunó bastante, en algún momento hubo alguna pequeña duda pero enseguida se les pasó. Hoy tener 60.000 personas con al menos una dosis y unas 10.000 personas con las dos dosis, si bien no corta la cadena de contagios, atenúa bastante el impacto de la enfermedad personal; si tengo al menos una dosis es más probable que lo pase como leve o moderado y eso hace que la cantidad de internación y de fallecimientos sea muchísimo menor que lo que hubiésemos tenido en otro escenario”, sentenció.

Por último, expresó que “hay muchas expectativas” en la posible vacunación de menores de 18 años con factores de riesgo y dijo que “el 30% de la población es menor de 18 años y mientras ese porcentaje quede afuera de la vacunación nunca vamos a llegar a una cantidad suficiente para hacer el efecto rebaño”.

“Encima los mayores de 18 años no se vacunan todos, queda siempre por lo menos un 10% que por distintos motivos eligen no vacunarse, y además se decía que con la cepa original se necesitaba un mínimo de 60% de vacunados para lograr la inmunidad de rebaño, pero al ser más contagiosas las nuevas cepas –la inglesa, la de Manaos, la Delta y otras- ese porcentaje es mayor, se necesita el 70 u 80% de la población vacunada para lograr la inmunidad de rebaño, y eso no va a suceder mientras no se incluya a los menores de 18 años, no solo con factores de riesgo, sino a todos”, concluyó.