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Confirman que el paranaense Nicolás Calabrese permanece en una cárcel del desierto israelí

Nicolás Calabrese está detenido en la cárcel Saharonim ubicada en el desierto al sur de Israel, cerca de la ciudad de Néguev, en la zona de la frontera con Egipto. 

El paranaense sigue incomunicado y sólo mantiene contacto con los abogados consulares, según confirmó Ahora.

Cabe destacar que las autoridades de Israel confirmaron este viernes la deportación de cuatro ciudadanos italianos, que habían sido detenidos tras navegar en la Sumud Global Flotilla.

Cómo es la prisión donde está el paranaense Nicolás Calabrese

La prisión se encuentra en la localidad de Ketziot, en pleno desierto del Néguev, muy cerca de la frontera con Egipto.

El abogado Gonen Ben Itzhak, que representa a nueve ciudadanos italianos que viajaban en la flotilla interceptada rumbo a Gaza, subrayó que Saharonim “fue construido para inmigrantes, cuando Israel intentó detener a quienes llegaban al país para trabajar”.

Añadió que el traslado de los voluntarios a esta prisión responde a una decisión “logística”, ya que “está muy lejos, es muy difícil llegar”.

El centro abrió sus puertas en 2007 con el objetivo de “dar respuesta a la población de infiltrados que entraban en el territorio del Estado de Israel a través de la frontera con Egipto”, en su mayoría provenientes de Eritrea, Sudán y otros países africanos, según el Servicio Penitenciario de Israel, que señala que actualmente los principales grupos bajo custodia son “residentes ilegales pertenecientes a la Autoridad Palestina”.

Fue establecida como una prisión y después se le añadió una instalación diseñada para albergar a trabajadores migrantes ilegales, la mayoría de ellos provenientes de África.

“En anteriores detenciones de previas flotillas los arrestados fueron enviados también a Ketziot”, indicó el abogado, que añadió que “las condiciones de detención no son peores que las de otras instalaciones de detención en Israel en general, bajo el ministro Ben Gvir. La situación en estas instalaciones es deplorable”, dijo.

Saharonim ha sido objeto de revisiones en los últimos años debido a la escasez de plazas y al hacinamiento. Este déficit de infraestructura fue reconocido en la Knéset, cuando el Comité Especial para Trabajadores Extranjeros subrayó en diciembre de 2024 “la falta de lugares en los centros de detención y residencia para infiltrados y trabajadores extranjeros en situación irregular” durante una visita oficia a este y otro complejo, el de Holot, publicó EFE.

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