Todos queremos una mejor ciudad. (Foto archivo)
Por Darío Dayub (*)
Han logrado los sucesivos gobiernos hacer de Paraná un lugar invivible. No funciona un solo servicio básico para la vida de las personas, repasen en sus memorias uno a uno.
Cloacas colapsadas sin más que un camión para tratarlas; agua potable insuficiente (por eso los cortes) una sola planta potabilizadora pequeña; red vial con un nivel de baches y desorden, hasta en sus semáforos, que la hace intransitable; basura mal recolectada, sin procesar, solo tirada y quemada en un campo como hace un siglo; la atención primaria de la salud desmantelada (Hopitales "Illia", "Carrillo", "Baxada", etc.); sin transporte público, ya ni el colectivo se puede tomar; nuestros espacios públicos verdes en crisis, muchos entregados en contubernio bipartidista a espaldas de la ciudadanía; pastizales que nos tapan, para festín de la incontrolable invasión de mosquitos; contaminación ambiental a niveles insalubres, no queda siquiera aire limpio para respirar; y un río de nuestro nombre casi sin acceso para su gente, alimentado por arroyos negros a cielo abierto con aguas servidas plastificadas.
Nos han librado al abandono.
Necesitamos que, al menos, una gestión ya no delire con mega proyectos como propuestas de gobierno y destine todos los recursos a poner en funcionamiento la cuidad, restableciendo todos sus servicios. Única plataforma de gobierno posible. ¿Austera? Sí, pero seria, sincera y realista; porque va a llevar mucho tiempo y recursos de todo tipo. No se puede comprar más ilusión.
Sobre una ciudad vivible donde lo básico a la gente le funcione, que no es poco, puede proyectarse luego el perfil que quieran.
Lo contrario es el paralelo a prometerle a un/a hijo/a un viaje a Disney cuando no tiene calzado o útiles para ir a la escuela.
(*) Dirigente Partido GEN.