El ex legislador del radicalismo Rodolfo Miguel Parente lamentó lo ocurrido en la escuela N°60 “Martín de Güemes” de Viale donde la directora negó el uso del salón de la institución para la presentación del libro “La sima y la cima. 70 años en el país del Nunca Jamás” y alertó: “Veo algunos signos de prepotencia que vi y sufrí en la década de los 70”. “Lamentablemente la cultura del proceso todavía sigue reinando en algunos sectores; hay una cultura del autoritarismo que será muy difícil de erradicar”, advirtió.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Parente contó que “hace unos 15 días le pedí a los amigos de Viale que organicen una presentación del libro, como se está haciendo en diferentes ciudades” y mencionó como ejemplo: “Hace una semana en Victoria tuve el honor de que comentara el libro la ex directora de la Escuela Normal de Victoria”.

Afirmó que “este libro no tiene una connotación proselitista ni partidaria específica sino que es un libro sobre las experiencias que vivió nuestra generación, y además se agregan misceláneas, anécdotas y comentarios sobre distintas cuestiones internacionales que se suscitaron, regímenes que cayeron y demás”.

Sobre la presentación, refirió que “hace unos 15 días el ex diputado nacional Jorge Marcelo D´Agostino hizo las gestiones en Viale, que es una ciudad bien orientada culturalmente por eso me deja atónito lo ocurrido, y el salón de la escuela estaba disponible”.

No obstante, lamentó que “ayer cuando ya estaba todo organizado D´Agostino tuvo una charla telefónica con la directora de la escuela que le puso un montón de reparos y condicionamientos que generaba la presentación de un libro con carácter proselitista y además le dijo que nuestra presencia iba a generar una expectativa proclive al radicalismo o al oficialismo”.

“Esto generó una violencia moral irresistible; parece mentira porque esto no me pasa desde la época del proceso. Es increíble, pero hubo que suspender la charla y buscar un lugar donde nos reciban con mayor cordialidad. Ante esto D´Agostino le hizo una carta a la señora directora y yo hice una publicación en la red Facebook donde hago responsable directamente de esta situación no solamente a la directora sino también al director Departamental de Escuelas, al Consejo General de Educación, a la ministra de Gobierno y al gobernador de la provincia porque es increíble que esto suceda”, refirió Parente visiblemente indignado.

Criticó que “cuesta mucho que un libro circule en la sociedad, y más cuando son libros que tocan botones y pieles sensibles y apuntan a un público comprometido con la democracia y con la lucha contra la corrupción, y me resulta inverosímil que esto suceda”.

Además, destacó haber recibido un llamado telefónico del diputado provincial Gustavo Zavallo, vialense y del peronismo, “que se solidarizó y me dijo que estaba interesado en concurrir, porque la invitación fue muy amplia, se invitó incluso a los candidatos justicialistas que compitieron por la intendencia de Viale e iba a ser un acto plural, como son todas las presentaciones que se realizaron”.

“Es muy complicado entender esto, especialmente cuando estamos en vísperas de un cambio de gobierno, y espero que estos vientos norte no se establezcan en la sociedad, porque sería lamentable que volvamos a tiempos pasados a los cuales la gran mayoría del pueblo argentino no quiere volver”, reflexionó.

Sostuvo que “no hubo ninguna respuesta hasta ahora” y acotó que “lo del viernes se suspendió y reprogramó porque no habría condiciones de hacerlo en lo inmediato”. 

Asimismo, manifestó su preocupación por la posibilidad de que este tipo de hechos se reitere en otras localidades: “Me preocupa porque el 30 de octubre tengo un acto parecido en Ramírez y me preocupa que este ejemplo cunda y que la directora del establecimiento o la jefa Departamental de Educación se les ocurra esta peregrina idea y no tengamos un espacio donde ir a presentar un libro”. “Esto es insólito y estoy mortificado, y significa que habrá que tener mucho cuidado porque no son vientos fáciles de acompañar”, planteó.

Dijo que “se trata de ciudades medianas donde la oferta de lugares no es mucha” y reveló que “también hubo algunos problemas en la biblioteca de Viale porque hubo un rechazo”. Al respecto, consideró que “parece que ser dirigente político o tener un apellido vinculado a la política es un estigma, y como estamos en víspera de elecciones parece que no puede haber ninguna actividad que no sea presentar el libro de Heidi o el Quijote”.

En contraposición, refirió que “en Villaguay la señora de (Hebe) Bonafini que no se caracteriza por la moderación de sus comentarios tuvo un salón a disposición de la Universidad de Entre Ríos para hacer su exposición, y eso no me parece mal”.

“Lamentablemente veo algunos signos de prepotencia que vi y sufrí en la década de los 70 y tengo bastante preocupación que esto vuelva a suceder, más que todo por los jóvenes que son los que en unos años van a gobernar este país, la provincia y la ciudad. Lamento mucho que esto haya pasado”, analizó.

“Aunque sea un libro dedicado al radicalismo no debería ser óbice para no poder utilizar el salón de una escuela, pero creo que hay colectivos sociales que están todavía muy ligados a lo que fue el proceso militar. Lamentablemente la cultura del proceso todavía sigue reinando en algunos sectores, la educación es uno de ellos, y esa cultura del proceso no solamente se mete en quien dirige sino cuál es el veneno que en algun momento se inoculo en estas personas que en el fondo tienen esa cultura. Eso se nota en algunos sectores de la docencia, en algunos sectores estudiantiles, se nota en la policía y en las fuerzas de seguridad; hay una cultura del autoritarismo que será muy difícil de erradicar”, reflexionó.

En ese marco, recordó sus nefastas vivencias durante la dictadura militar donde fue detenido político y contó que “el día antes de ser detenido recibí a la familia de un ferroviario que me vino a plantear la posibilidad de hacer un habeas corpus y esa noche me llevaron preso”.

Por último, apuntó: “Hay un gran desconocimiento y una pésima formación, y como a la señora de Kirchner se le ocurrió escribir un libro parece que está todo teñido y para ella las universidades no tienen problema en prestar sus salones, y está bien porque así debe ser la libertad. Me estoy preparando para luchar porque si estos actos se repiten hay que imaginarse lo que será el futuro, que será negro y no lo quiero ni para mis hijos ni para mis nietos”.