De ANÁLISIS

El caso se conoce hace mucho tiempo en ámbitos judiciales, de Gobierno y en la población de Mansilla. En 2012 llegó a la prensa provincial. Pese a eso, ninguna autoridad tomó debida nota, con la seriedad que ameritaba la situación.

El 1 de Mayo pasado, la grabación que un vecino subió a las redes sociales erizó la piel a miles de entrerrianos. En el video se pueden oir los espeluznantes gritos de una joven atrapada en esa vivienda, que pide al padre que la deje "de joder", que ella no es su "novia" sino su "hija". 

La connmoción fue tan grande en la pequeña localidad, que la Municipalidad se vio obligada a emitir un comunicado que dice lo siguiente:

“Comunicado a la población

Visto los últimos acontecimientos en relación a un video que se está difundiendo a través de las redes sociales, el área de acción social y la oficina de la mujer, dependientes de la gestión municipal, comunican a la población que la joven involucrada ya está siendo asistida y contenida. Para esto han intervenido las autoridades de salud y las responsables de las áreas mencionadas. Asimismo, como corresponde en estos casos, se ha puesto en conocimiento de manera inmediata al Juzgado Local, Defensoría, Fiscalía de Rosario del Tala y Superior Tribunal de Justicia de la provincia. Estas dependencias ya están tomando las medidas correspondientes frente a este tipo de situaciones.

Cabe destacar la inmediata intervención de las autoridades municipales, judiciales, policiales y de salud de la localidad, atentas a estas situaciones que se pueden generar en el ámbito de nuestra comunidad.

Muchas gracias”.

En 2012, cuando una de las hijas tenía 26 años, se escapó de la casa y le contó a una jueza que había estado aislada durante 13 años con el resto de su familia. Dijo que su padre, Horacio Coccoz, la "resguardó" a ella, sus cuatro hermanos y su madre en los límites de la vivienda. Así se contó en El Diario, donde se pudieron leer detalles del caso y quiénes fueron las autoridades que tuvieron intervención. 

Una joven denunció a su padre por haberla aislado a ella y al resto de su familia durante 13 años

Aparentemente, nada de todo lo que se difundió en su momento y se supo, sirvió para ayudar a esa familia que quedó en el olvido durante años. No sirvió que los niños perdieran la escolaridad. No sirvió que el pueblo entero de Mansilla argumentara que las hijas de Coccoz son "esquizofrénicas"; o que comentaran por lo bajo que "hace años, le hizo un aborto clandestino a una de las hijas y está enterrado en el patio". Los propios vecinos de Mansilla reconocen esta situación y sostienen que la Justicia "no hace nada". Aseguran también que Coccoz "tiene una mente brillante" y convence a los profesionales de la salud. Y esperan que "una de las chicas mate al loco" para hacer algo. 

El viernes pasado, el caso salió otra vez a la luz y motivó el pronunciamiento de la Asamblea de Mujeres de Gualeguay, que difudió el siguiente parte de prensa: 

"Este 1º de mayo de 2020 y en contexto de cuarentena nos vuelve a golpear un caso de violencia de género, más allá que dentro de las paredes de muchos hogares esto es algo más usual de lo que se cree, lamentablemente aún las mujeres no estamos en las prioridades ni en la agenda del Estado,  por ello seguimos viendo como muchas de nuestras hermanas terminan siendo asesinadas por el femicida pero también por el Estado que, a través de su brazo ejecutor, el Poder Judicial,  y de los jueces insensibles que lo componen, siguen teniendo una mirada de complicidad para con el violento, estigmatizando a las mujeres y re victimizándolas.

Esta madrugada corrió por las redes sociales un video cuyo audio son gritos desgarradores de una mujer que suplica por favor que no la toquen más. Esta joven mujer es una de las cuatro hermanas que viven esta misma situación desde hace años, su padre es un  hombre de aproximadamente 65 años y que ha sabido manipular de manera muy calculadora la situación para llegar a esta altura, destruyendo la vida de sus propias hijas e hijos. Según cuentan en el pueblo de Mansilla, una de las hijas logró llegar hasta el quinto año de escolaridad, es decir que tildar de “locas” como justificativo para abusar de ellas, para retenerlas en la casa y  privarlas de la libertad,  no estaría siendo coherente con el trayecto educativo que recorrió una de las mujeres, como tampoco sería coherente el hecho que en el caso que sufrieran una patología continúen conviviendo con el abusador. La menor de ellas, en el año 2015 estuvo internada en el Hospital San Antonio de nuestra ciudad, y a pesar del pedido de la profesional de la salud de ese momento de seguir con la internación dada la complejidad de la situación, el juez de familia de Gualeguay de ese momento rechazó ese pedido enviando a la joven nuevamente a la casa con su victimario. En estas circunstancias, podemos vislumbrar cuál es la importancia que los jueces y otros integrantes del poder judicial le dan a estos casos. Seguramente, en estos momentos, y con una coyuntura diferente, en la cual la sociedad ha madurado sobre esta problemática acuciante que quita la vida a tantas mujeres en manos de los machos impunes y deja a tantos niñes sin madre,  este hecho nos interpela y horroriza.

Cinco mujeres, contando a la madre, han sido arruinadas de por vida. Un pueblo ha pedido, quizás no con tanta fuerza, la intervención de todos los efectores del Estado a quienes compete asegurar los derechos de estas víctimas. Todo esto que viene de larga data explota en esta madrugada ante las evidencias. Quien grita aterrorizada, quien pide por favor que dejen de someterla, es un ser humano abandonado a su suerte, los justificativos no existen. La impunidad de este hombre, que ha hecho lo que ha querido tantos años, es porque se lo permitieron. Harta estamos de esta inoperancia, de la desidia, de la indiferencia, del abandono del Poder Judicial, poder que debe disciplinar a través de sus fallos y sentencias a quienes cometen delitos de toda índole. Hartas de que sólo nos quedemos varadas en discursos coloridos, de un Estado que solo busca como herramientas los modos de denunciar de las mujeres, pero nada hace como prevención, nada!!! Las mujeres estamos sobrecargadas de tareas, ya sea de cuidadoras en el hogar, del trabajo doméstico, de nuestros hijes, pero además, si convivimos con un violento, tenemos que arreglárnosla  para salir a la calle como sea, con o sin recursos para movilizarnos, pedir a un familiar o vecina que se haga cargo un rato de los niñes e ir a denunciar, o nos facilitan un botón antipánico que es una app que necesita tengamos internet disponible, que nosotras debamos buscar un refugio para escapar de los golpes, que nosotras huyamos con nuestros hijes, que nosotras busquemos la solución. Mientras tanto, ellos siguen llevando la ventaja de quedarse en la casa, de amenazar, de perseguir, de violar las perimetrales, de hacer lo que quieran. El abuso de los machos en esta sociedad que los habilita y naturaliza ese accionar se debe terminar!!! No queremos más una sociedad desigual, no queremos más femicidios ni travesticidios, no queremos más discursos ni funcionaries inútiles. Esto es muy serio y amerita la urgencia del Estado para accionar y declarar una Ley de Emergencia ya!!! 

Multisectorial de Mujeres de Gualeguay".