El ex legislador nacional y ex convencional constituyente, Rodolfo Parente, analizó la realidad política y social del país tras el reclamo de la Policía Bonaerense que obligó al Presidente Alberto Fernández  efectuar cambios en la coparticipación.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Parente sostuvo que la protesta policial en Buenos Aires y la solución del gobierno nacional con el reparto de la coparticipación “es todo un gran enchastre”. Consideró que “con las crisis aflojan los peores vicios que tiene una sociedad y los peores déficit y Argentina tiene un tremendo déficit en el sistema de coparticipación que no se ha podido corregir desde 1994 hasta ahora”.  

“En aquel momento, con gran candidez, sancionamos un artículo que preveía todo un sistema para regular la coparticipación que no ha podido ser implementado y las provincia siguen dependiendo de la generosidad del gobierno nacional que dispone a destajo de los ingresos y reparte como quiere”, analizó.

En ese sentido, agregó que “el manoteo a la Ciudad de Buenos Aires que e ha estigmatizado como la ciudad de los ricos, en una dicotomía absolutamente falsa y caprichosa es realmente una barbaridad” y por eso opinó que “lo que haga el Gobierno de la Ciudad es atinado y razonable con el agravante que (Horacio Rodríguez) Larreta es una persona que ha sabido convivir civilizadamente con el gobierno nacional”.

En cuanto al tema policial, el dirigente aclaró: “Aunque sea antipático lo que digo, creo que la persona que ingresa a la Policía agrega a su currículum una dosis de riesgo que va ínsita  en lo que es la carrera, al igual que si se ingresa a las Fuerzas Armadas, y ese riesgo debe estar acompañado de un ingreso razonable, que le permita vivir dignamente y lo separe o aísle de la corrupción. La provincia de Buenos Aires es una fuente de corrupción no solo por el narcotráfico sino también con el comercio de los autos robados y todo un sistema mafioso que penetró en la policía hace muchos años”. 

Definió que “hay un sistema de corrupción enraizado en las fuerzas policiales y la única manera que se puede corregir es a nivel de los ingresos y de la formación: hay un déficit tremendo de formación y una carencia de ingresos”.  

En este marco, sostuvo que “se debería comenzar a analizar la sindicalización de la fuerza policial porque de alguna manera los reclamos se deben canalizar” y explicitó que “hay un sistema de jerarquías en la policía que en tantos no se ha cambiado, la Ley 5.654 que rige la policía es de la década del ´70, anterior al Golpe, y se trata de una norma que ha perdido vigencia”. Comparó que “en los países más desarrollados, los países nórdicos, o Estados Unidos donde existe una policía judicial, las fuerzas de seguridad tienen que estar capacitadas y con una impronta civil, no militar”.

Recordó que “la policía judicial fue una creación de la reforma del Código Procesal Penal de la provincia en la década del 70, que funcionó un mes, y no sé por qué dejó de funcionar. Se trataba de una policía que colaboraba en los primeros pasos de la investigación”.

En resumen, opinó que “la protesta en las puertas de la residencia de Olivos es una barbaridad y no debe admitirse, como tampoco debe permitirse algo parecido en la provincia de Buenos Aires”.

Recordó que “en Entre Ríos tuvimos una chirinada de la policía en Concordia hace 10 años”.

La situación política     

Por otra parte, Parente criticó que “fue escandaloso lo que sucedió en la Cámara de Diputados, donde se dio por presente a los que estaban vía virtual y por ausentes a los que estaban sentados”.

Asimismo, apuntó que “las reapariciones de Elisa Carrió cada tanto, haciendo declaraciones no me parecen para nada significativa, ella tiene sus legisladores y ahí debería hacer pie, y además cuenta con el auspicio de un medio de comunicación que la tiene como empleada”.

Analizó que “por otro lado hay gente que sigue insistiendo en la negación total de lo que significó el gobierno anterior, que cometió tremendos errores pero también aciertos que deben continuarse y cosas a destacar”. En tal sentido, consideró que “lo que está faltando en la Argentina es diálogo, pero si los partidos políticos están devastados, si no hay dirigencia dispuesta a sentarse y no hay temas sobre la mesa es muy difícil gobernador y ser oposición”.

Apuntó que “se requiere una mesa de diálogo, donde se hable en serio, hay que reformar el sistema electoral y muchas cosas a tener en cuenta. Y el gobierno tiene que dejar de macanear y el Presidente tiene que medirse en lo que dice porque es el Presidente de todos pero a veces se le va la lengua de manera peligrosa, con lapsus que son increíbles”.

En ese contexto, el dirigente deseó que “esto se vaya corrigiendo sobre la marcha, lamentablemente llevamos 180 días de falta de todo, y en la manera de procesar la política y esperemos que pronto se pueda hacer de manera diferente”.

Consultado por la profundización de la “grieta”, cuestionó que “tenemos una vicepresidente que está convencida de que es la reina del Senado. Cristina hace abuso del poder de una manera escandalosa, con el manejo del micrófono y rodeada de cuatro o cinco adláteres que hacen lo que se les ocurre en el Senado, y así es difícil sentarse a conversar con alguien con gente que tiene este grado de agresión hacia el otro”.

“En el caso del Presidente yo tenía esperanzas de que fuera un hombre diferente, me parecía más vinculado a la cosa política pero mientras siga siendo un espectador de lo que sucede en el Senado de la nación y de los abusos que allí se cometen, es bastante complicado. Hay que probar a ensayar unas líneas de dialogo por lo menos en los temas más importantes. Este tema de la pandemia debería convocar, se han cometido tremendos errores: se adelantaron juicios maradonianos en marzo de que íbamos a tener menos casos en Suecia, los reactivos no llegaron, no se le hacia la prueba a nadie, en los cordones de la provincia la gente circulaba como si fuera carnaval mientras el resto del país estaba encerrado”.

Aseguró que “en todo esto hubo un déficit de autoridad, y un convencimiento de la gente que debe acatar determinadas normas cuando no son acatadas por los propios dirigentes” y como ejemplo mencionó que “el Presidente recibe a los Moyano en la Casa Rosada sin barbijo y sin distanciamiento, qué ejemplo puede dar”.

Por último, dijo que “de esto hay que salir con un gran acuerdo de las fuerza políticas y sociales a través de un Consejo Económico y Social que debería estar formado, no como fue el Consejo contra el Hambre que fue un fiasco, y hay gente dispuesta a formarlo y figuras muy interesantes en la política que están en ese camino, como el senador (Martín) Lousteau que es una figura a tener en cuenta porque es muy criterioso y tiene un discurso sencillo y entendible”.