Que se declare la emergencia cultural, mejores condiciones laborales para los talleristas, la transparencia en los fondos y la habilitación de los centros culturales para espectáculos, son algunos de los puntos del documento.
Un proceso de compra de pañales dejó afuera a proveedores históricos, adjudicó a una empresa no inscripta y se quedó con un contrato estimado en US$450 millones.