La fiesta ilegal estaba armada con parrilla de luces, gazebos, carpas y show musical que animaba el encuentro que había convocado por lo menos a 150 invitados.
No se descarta que los concurrentes hayan contado con alguien que hiciera la campana para que alertara sobre la llegada de los uniformados y así tenían tiempo para apaciguar el evento clandestino.