De acuerdo a un relevamiento realizado por el Centro de Salud Cecilia Grierson en la escuela provincial de nivel medio número 103 “Humberto Záccaro” de Paraná, el 59,75 por ciento de los alumnos consultados está por debajo de la media normal de alimentación, de ellos, el 13,50 por ciento presenta desnutrición de grado 1, y el 42,40 por ciento desnutrición de grado 2. En tanto, el 3,75 por ciento sufre de desnutrición de grado 3, que es el trastorno más grave. Por este motivo y ante esta crítica situación, las autoridades del establecimiento educativo reclamaron al gobierno provincial que se habilite un comedor escolar y alarmaron sobre el posible entorpecimiento del desarrollo pedagógico de los menores a causa de los problemas alimenticios que presentan.
Durante la conferencia de prensa realizada ayer en la escuela Záccaro, se hicieron presentes la rectora de la escuela, María Luz Piérola, la asesora pedagógica de la institución, Rosa Ramírez, miembros del centro de estudiantes, el secretario gremial de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER), seccional Paraná, Roque Santana, y el secretario adjunto del gremio, César Baudino.
En ese sentido, Santana informó a ANALISIS DIGITAL que el motivo principal del encuentro fue brindar los datos recogidos por el equipo sanitario del Centro de Salud Cecilia Grierson, y estimó que dichos datos corresponden a una sola institución educativa, razón por la cual se mostró alarmado porque estos casos de desnutrición serían sólo un indicador de una situación que se puede estar repitiendo en otras escuelas de Paraná.
Según el relevamiento, de una muestra constituida por 52 alumnos, el 59,75 por ciento se encuentra por debajo de la media normal, el 36,50 por ciento dentro de los límites normales y el 3,75 por ciento sufre de sobrepeso.
Por otra parte, dentro del 59,75 por ciento considerados por debajo de la media normal, el 13,50 por ciento presenta desnutrición de grado 1, y el 42,40 por ciento presenta desnutrición de grado 2. Por último, el 3,75 por ciento sufre de desnutrición de grado 3, que es el trastorno más grave.
Santana, además de subrayar el grado de gravedad de los datos registrados por desnutrición, resaltó que muchos de los padres de los chicos que concurren a la escuela son desocupados o cobran planes sociales, y señaló que la preocupación del sector docente reside en la posible afectación del “desarrollo pedagógico” de los menores debido a los trastornos alimenticios detectados.
Asimismo, indicó que el gobierno provincial se comprometió a la habilitación del comedor escolar que están reclamando, pero destacó que las autoridades “sólo hablan con cúpulas” y resaltó la necesidad de realizar un “diagnóstico desde abajo”.
“Estamos demandando políticas alimentarias, por lo cual pedimos que las autoridades se hagan responsables”, concluyó.