Habitualmente César Carignano no presta declaraciones en caliente. Prefiere llamar a silencio cada vez que finaliza un encuentro. En la noche de este lunes cambió su postura. El delantero tenía ganas de hablar, por eso detuvo su marcha y enfrentó a los micrófonos que solicitaron su testimonio para escuchar un breve análisis de al derrota que sufrió Patronato ante Banfield, por 2 a 0, resultado que marcó la segunda caída consecutivo en la era que encabeza Sergio Lippi.
“El resultado y las circunstancias que se dieron en el segundo tiempo altera el análisis”, interpretó el oriundo de Vera. “Cuando tuvimos que convertir, no pudimos, en cambio ellos si convirtieron”, se lamentó.
“El trámite fue parejo de acuerdo a lo esperado porque Banfield tiene jugadores que juega bien a la pelota, que busca tenerla mucho. No creo que hayan lastimado, pero cuando tuvo opciones convirtió y nosotros no. La diferencia estuvo ahí”, agregó.
Hasta los 30 minutos de juego el Rojinegro tenía el trámite controlado. Había bloqueado a los atacantes del Taladro y había exigido en un par de ocasiones a Gaspar Servio, el arquero y figura del elenco dirigido por Matías Almeyda.
“Tuvimos intensidad”, subrayó Carignano. “Banfield es un rival que impone mucho desgaste, sobre todo de los volantes ofensivos y los delanteros que tenemos que dar una mano porque ellos atacan con mucha gente. Creo que si bien ellos tuvieron mayor dominio de la pelota, tuvimos orden y no nos complicaron. Está claro que esa intensidad se paga en los momentos en el que el equipo tiene que ceder para quedarse, pero en líneas generales deja un sabor muy amargo porque no creo que nos superaron como lo hicieron en el partido en su cancha”, interpretó.
El goleador del Santo en la presente temporada de la B Nacional mencionó que la visita se llevó lo que generó. “Se lleva lo que logró convertir y nos tenemos que hacer responsable, yo fundamentalmente y mis compañeros, de lo que no pudimos convertir. El desarrollo fue parejo, con las características de juego que tiene, y está claro que no estamos acertando en el arco rival. Banfield, con la jerarquía que tiene, sacó provecho de lo que generó”.
Más allá de la contundencia de los atacantes del Taladro, y de la seguridad de un arquero rival que se agigantó cuando enfrentó a un jugador con camiseta Rojinegra, algunos jugadores de Patronato dispararon sobre la figura de Patricio Loustau. Remarcaron que el colegiado no midió con la misma vara determinados fallos, más allá que el juez pitó dos penales a favor del dueño de casa.
Carignano prefirió no descargar su impotencia en la persona que fue designada para impartir justicia anoche en el Presbítero Bartolomé Grella. “En lo personal trato de discutir las circunstancias que son demasiadas injustas, pero no me vuela la cabeza. Hay jugadores que se sacan un poco más de partido. Es una circunstancia más que está ahí adentro. No se hasta que punto su actuación fue determinante en el resultado y si cobró bien o mal son circunstancias que, como tipo grande que somos, tenemos que tratar de regularla y de manejarla. El referí es el que toca y decide, pude tener razón o no en su fallo, pero no creo que haya deshonestidad en su trabajo”.
Sobre su expulsión, el centroatacante se hizo cargo. “Me tengo que hacer responsable, más allá que consideró que el defensor comenzó la infracción y el referí lo pudo haber cortado tres, cuatros segundos antes”, cerró.