Fue el regreso deseado de Gabriel Bustos al 11 inicial del Rojinegro. El Chaca tuvo su primera oportunidad desde el minuto cero en el ciclo de Diego Osella. El mediocampista se ubicó en una posición donde se siente cómodo. Patronato se lo agradeció.
Volvió a ser el volante que se ubica en un lugar que le permite tener mayor contacto con el balón. Le dio buen destino a la redonda sumándose al circuito ofensivo. A su vez retrocedió unos metros para dar una mano en defensa.
El mejor encuentro del jugador nacido en el sur argentino coincidió en el mejor encuentro que disputó el Rojinegro desde que Osella se hizo cargo de la conducción técnica. Sobre todo por lo que desplegó el Santo a lo largo de la primera etapa.
“El partido, en líneas generales, fue bueno”, destacó Bustos en diálogo. “En el segundo tiempo Olimpo soltó mucha gente al ataque y eso nos llevó a replegarnos un poco. A pesar de esto, por momentos hicimos tenencia de balón y creamos algunas situaciones para poder rematar el partido”, subrayó la figura de la victoria paranaense.
El Chaca resaltó la actuación colectiva por encima de su performance. “El equipo jugó muy bien y cuando esto sucede todo se hace más fácil”, aseveró el mediocampista.
“Todos estuvimos a la misma altura y la verdad que nos vamos muy contentos porque nos llevamos lo que venimos a buscar. Igual tenemos que seguir creciendo y terminar el torneo con la mayor cantidad de puntos posibles”, apuntó.
La posición que ocupó le permitió a Bustos pisar más el área que en anteriores presentaciones. “Ramiro (López) hizo la contención y tuve un poco más de libertad. Es importante sumar minutos y tener la posibilidad de pisar el área en algún momento, porque puede darte la chance de anotar un gol”, se ilusionó.
El Chaca volvió a ser el jugador que ayuda a encontrar el mejor andamiaje. El equipo se sintió cómodo jugando de esta manera. “Más allá de los nombres y los sistemas, si el equipo anda bien va a conseguir muchos triunfos”, aseguró en declaraciones a Uno.