Lo que se reemplaza es un caño obsoleto, que hace más de 20 años viene generando cortes en el suministro de agua, principalmente en temporada alta cuando aumenta el consumo y está más exigida la red, como aconteció este verano con un corte de dos días el segundo fin de semana de enero. Llevará una inversión de 1.800.000 de pesos.
Al tomar conocimiento del tema a través de Marsó, el gobernador decidió darle un corte al problema que afecta no sólo a los vecinos de Colón sino que ocasiona perjuicios al turismo.
El caño que ahora se reemplaza saca la producción de agua de la planta y la lleva hasta el tanque. Tiene un diámetro 450 mm, (casi medio metro), y por su grosor (clase10) soporta un peso de diez kilos por centímetro cuadrado y resiste una columna de agua de 100 metros de alto.
Esto es importante porque la cañería tiene que soportar el peso del agua del tanque, pero al mismo tiempo la presión que ejerce desde el otro extremo la bomba instalada recientemente por el gobierno municipal para enviar agua a la red de manera inteligente, es decir, aumentando el caudal cada vez que detecta un aumento en el consumo. Si el caño no resiste sufre roturas a causa de la presión.