Si se toma como referencia el resultado que Neuquén consiguió en el partido de ida de los octavos de final, en el cual venció 4-0 a Estudiantes de Concordia como visitante, todo indicaría que la serie ya está prácticamente definida, o al menos debería estarlo.
Pero aún restan 90 minutos de juego en esta llave. El Pingüi tiene la tranquilidad de la gran ventaja que consiguió a domicilio, pero deberá afrontar un partido inteligente y sabiendo que la excesiva confianza puede ser un arma de doble filo.
Para este compromiso, el entrenador, Pablo Albornoz, hará una apuesta que el desenlace final será el único que indicará si fue la correcta o no. Es que el DT dispondrá de siete variantes con respecto a la formación que paró en La Criolla, localidad en la cual se jugó el primer partido.
Tres de los cambios serán por cuestiones físicas. Nazareno Duarte y Sebastián Arbitelli terminaron con molestias, mientras que Juan Bautista Comas siente el hecho de no realizado la pretemporada completa.
Por ellos ingresarán Alexis Castaño, Leonel Lorenzón (habitual titular) y Francisco Kesseler, respectivamente. Además, Lautaro Burno no asistió a entrenar en la semana por cuestiones laborales y entrará por él Rodrigo Sansó.
Las últimas tres modificaciones tienen como finalidad cuidar titulares y darle rodaje a aquellos jugadores que no han tenido tantos minutos en el certamen. Así dejarán el equipo Diego Rodríguez, Sebastián Falcón y Walter Tabares, quienes serán sustituidos por Mariano González, Matías Ledesma y Pedro Cáceres.
Más allá de la gran cantidad de variantes, varios de los que ingresan han sido titulares en la fase clasificatoria, como Sansó, Ledesma, Castaño, Leo Lorenzón y Cáceres.
Lo que si no sufrirá retoques es el dibujo táctico (4-2-1-3) y la idea general de juego, la cual ha ido de menor a mayor en la competencia, consigna El Diario.