El martes 17, Siri y su compañera mantuvieron un encuentro con un lugareño, a quien conocieron de manera circunstancial. El hombre se ofreció ayudar a la pareja y hasta brindarles unas jornadas de alojamiento en su vivienda. Pidió que lo acompañaran hasta el domicilio. Les indicó que se encontraba retirado del casco urbano.
Con el convencimiento de la palabra, ambos acompañaron al anfitrión, que, al transitar por un camino vecinal desolado, atacó con un cuchillo a Siri, causándole heridas de muerte, y bajo amenaza llevó a la mujer hasta la casa. La finca no era de su propiedad, sino de un amigo, y allí abusó sexualmente de la mujer.
La joven estuvo retenida en esa casa hasta la siesta de ese martes y escapó. En estado de shock, llegó hasta la zona urbana y pidió ayuda.
Alertada la policía, una comisión se dirigió hasta la vivienda, pero no hallaron rastros del agresor. En tanto el cadáver de Siri fue encontrado en un campo lindero al arroyo Bai, según consignó La República de Corrientes.