Al observar sus fotos montadas en cuadros, muchos de ellos trípticos, el pensamiento vuelve a todos esos lugares de la región que por la cotidianeidad terminamos naturalizando. Tiene la virtud de utilizar soportes bien disímiles: desde un bastidor hasta un destapador de los que se cuelgan en las cocinas pasando por un mouse pad, anotadores, agendas, rompecabezas, postales, soportes para celulares, bandejas para el desayuno, tazas y mates.

Los entrerrianos que conocen el trabajo de Paraná Canvas quedan cautivados. Es una fascinación a primera vista porque las imágenes tocan las fibras. Van a lo más profundo del sentimiento por lo litoraleño. Nieta del reconocido escritor Jorge Esteban Isaac, que editó el libro “Una ciudad junto al río”, con una foto de ella en la tapa. “Me encantaría que nombren a mi abuelo y a mi abuela, Blanca Noguera, porque me crié con ellos”, cuenta la mujer, consignó el diario Uno de Paraná.

Empleada administrativa contable, desde hace un poquito más de 30 años, el encierro por la pandemia la llevó a profundizar sus estudios relacionados con la fotografía. Reconoce que desde hace una década saca fotos de manera compulsiva con su teléfono celular. Hace un par de años invirtió en una cámara réflex gama media, también utiliza una deportiva de mano y experimenta con un drone.

“La cuestión no está en tener lo último, bienvenido sea si se puede, pero va más allá de los medios, se trata de la sensibilidad, de querer ver para encontrar, observar sin interferir para empatizar con el medio ambiente”, reflexiona en su taller atestado de piezas que ordena a su manera. Describe los pasos de la sublimación, pero en realidad advierte que no quiere aburrir con tecnicismos. En resumen y para que se entienda: saca la foto y en el taller, con su máquina, la traslada a los múltiples soportes que la empresa Faccyn de San Carlos Centro, Santa Fe, le ofrece, sobre todo en “madera cristal”.

El encierro y la creatividad

Cynthia aseguró que el encierro por la pandemia, de Covid 19, la llevó a capacitarse para seguir creciendo en su gran pasión que es la fotografía. “Nunca a nada en mi vida le dediqué tanto tiempo y a su vez me genera tanta paz como sacar fotos”, reconoció la mamá de Franco que cumplirá 24 años y Alejo que tiene 13.

Cuando su hijo mayor cumplió un año comenzó a estudiar en la Escuela de la Asociación de Fotógrafos Profesionales de Entre Ríos (Afper) con el profesor Aníbal Ibarra. El año pasado, 22 años después, de abandonar por cuestiones familiares, retomó las clases en la institución que funciona en calle Pellegrini, en el centro de Paraná. También durante la cuarentena aprovechó para capacitarse en el Taller de Fotografía del reconocido fotógrafo Mauricio Garin y en 2021 realizó un curso virtual de Fotoperiodismo en el ISER con el profesor Gastón Renis.

Enamorada de tomar fotos callejeras, instantes urbanos, recorre la periferia de la capital provincial buscando nuevos personajes y objetos relacionados, sobre todo, con lo natural, lo autóctono. “Me encantaría realizar el mismo trabajo que hago con las imágenes de Paraná, con otras localidades de la provincia y el país. Amo viajar, recorrer, conocer otras costumbres e historias de vida”, aseguró sobre el futuro que imagina respaldada por organismos del estado provincial y municipal.

“Quiero agradecer el acompañamiento y la oportunidad de visualizar el trabajo de los emprendedores a Manos Entrerrianas que depende del Ministerio de Desarrollo Social del gobierno provincial; a la Subsecretaría de Inversión y Empleo de la Municipalidad y al Club Emprendedores de Ciencias Económicas, que brinda capacitaciones gratuitas”.