Florencia Penna
No es un zapping azaroso, sino más bien caprichoso: se trata de destacar, en cierta forma representativa, marcos de pensamiento y sensibilidades presentes en el hacer cultural regional bajo el supuesto que, en su diversidad, aportan a una experiencia constructiva de lo cotidiano. No fueron las únicas y se reconoce la deuda en la recopilación. Más que protagonismos entonces, se invita a repasar algunas ideas y debates que habitaron estas dos páginas a lo largo del año.
*Carlos Negro Aguirre. El año 2005 parece haber sido un buen año para el músico y compositor entrerriano y sus proyectos. En febrero, actuó en dúo junto al tucumano Juan Quintero en el Teatro 3 de Febrero. En abril presentó allí, con gran éxito, el segundo disco del Carlos Aguirre Grupo, editado por Shagrada Medra, sello donde también trabaja. Publicó una pieza para guitarra con Tráfico de Arte. Hizo presentaciones en Rosario, Buenos Aires (como por ejemplo en el ND Ateneo) y otras ciudades del país. Fue nominado por la Fundación Konex como uno de los 100 artistas más destacados de la última década para competir por el premio Konex de platino (que finalmente fuera adjudicado al Dúo Coplanacu en su rubro). Mientras, fue preparando un disco de piano solo y siguió abocado a la composición para guitarra y orquesta de cuerdas para Eduardo Isaac.
Colegas: “Vengo laburando en unos ciclos de compositores en Rosario, donde a lo largo de tres años tuve la suerte de compartir con personas que hacen trabajos muy profundos muchos de ellos, y estamos dentro de una franja de escasa difusión. Creo que el primer paso es reconocernos como pares y tal vez a partir de allí se reconozca esa tendencia. No tiene que ver con ser iguales, al contrario, lo bueno es la diversidad y enriquece muchísimo, pero es una visión un poquito diferente a la que ha imperado o a la más difundida. A veces tiene que ver con las fuentes que ha abrevado cada uno, porque no necesariamente uno tuvo una historia exclusiva con el folclore sino que experimentó con otras músicas y eso se lleva en la mochila. Al momento de componer esos elementos están a disposición porque uno los ha vivido, no sólo los ha decodificado. En ese sentido creo que el folclore de nuestro país tiene bases muy sólidas para animarse a atravesarlo con elementos de otras músicas porque no lo va a desfigurar ya que tiene una silueta muy definida, muy clara. Entonces en vez de cerrar, permite que uno pueda moverse con más soltura”.
Condiciones de producción: “Todos vamos conversando y nos vamos contagiando las ganas de generar un espacio para esta música. Por ahora nos falta remar un buen tiempo y ser nosotros mismos nuestros propios productores, o encontrar gente de la producción sensible y que se enganche con este tiempo de música. Es un camino que va a tardar en fructificar en el sentido de armar un circuito de trabajo, y que de alguna forma ingrese en una maquinaria de producción. Cuesta también porque muchos no queremos relegar ciertas modalidades de trabajo y no estamos muy de acuerdo con determinadas formas en las que se produce. Eso retrasa un poco el proceso. Pero a la vez no es un problema porque nos da mucha alegría y nos fortalece el hecho de no claudicar en esos principios. Ponemos todas las fichas en la relación con la gente”.
Composición: “Siempre hay una mejor manera de decir lo que querés expresar. En eso consiste un poco el ejercicio de componer, en no quedarse con la primera idea, pero a veces uno se embarca tanto que no puede parar. Igual, hay pequeñas señales que uno aprende a leer con el tiempo, como una especie de emoción, súbita, que te aparece y no entendés muy bien por qué, pero es algo que se está aproximando con claridad”.
Compromiso: “Primero es con la sinceridad, limpiar de toda especulación el proceso creativo. Y eso no pasa sólo por una cuestión exitista, sino por preconceptos que uno se ha formado como escucha, o como estudiante de música, o como persona; y que al componer terminan siendo pequeñas cárceles. Lo es también elegir un género determinado. Por más que yo siempre me sentí folclorista, a pesar de haber tocado músicas diversas, soy un montón de cosas (…) Por otra parte, esa imagen del poeta o músico con la musa, para mí no es otra cosa que laburo cotidiano. En todo caso, el ejercicio es tender un puente hacia la poesía, porque una misma realidad puede ser leída de maneras muy diversas”.
*Héctor Bohamia. A fines de febrero el régisseur estuvo en Paraná dictando unos talleres para bailarines y actores, con el propósito de formar un elenco y realizar un espectáculo (que finalmente no se concretó). Argentino, pero radicado desde hace 20 años en la ciudad alemana de Frankfurt, este bailarín y coreógrafo ligado a la estética expresionista emprende giras para continuar desarrollando una larguísima y exitosa carrera profesional, que entre múltiples logros, cuenta con haber compartido escenario con las figuras más destacadas del arte internacional de vanguardia, e integrado la compañía Tanztheater, de la genial y única Pina Bausch.
Perfil: “Mi teatro es bastante contestatario, o mi arte en general. Yo hago un trabajo solista en el escenario relacionado con el movimiento, pero con una esencia muy profunda y con un arte que está medio relegado. Le doy mucha importancia a la formación, al actor, al bailarín, pero después creo que es fundamental toda esa visceralidad, la adrenalina que uno pone en el escenario y el compromiso. Creo que el artista debería tener un compromiso fuerte con su arte y con su discurso”.
Arte: “El arte de los artistas, aunque suene redundante, está como olvidado. Tiene que ver con lo muy facilista, muy comercial, y con los tiempos que se viven en estos momentos, con la desculturización que existe en Argentina. Entonces se ha volcado hacia algo muy chabacano, muy banal, muy estúpido que en realidad no te deja nada. Es una cosa que te entretiene pero a mí nunca me interesó ese tipo de arte, y no es casual que yo viva en Alemania (…) Creo que el arte te moviliza. Frente a un hecho artístico uno tiene que salir diferente (…) También son elecciones que uno hace en la vida. Si uno quiere hacer un teatro pasatista es respetable, pero no tiene nada que ver con un hecho artístico, con una cuestión puramente elaborada, pensada, analizada y comprometida con una realidad”.
*Oscar Cacho Gauna. En agosto fue publicado un reportaje a este paranaense por su trayectoria y por la elaboración de Tangos en vivo, su último disco que incluye la pieza-homenaje Omar “Gurí” Martínez. Cantor, locutor, animador, periodista, pero sobre todo tanguero, conduce Un cacho de tango desde 1988 (de lunes a viernes de 20 a 21, por FM Ciudad). Una de las más sobresalientes distinciones fue ser electo El ciudadano 2000 a través del voto popular, y tiene muchas más.
Historia: “Paraná tuvo varios lugares importantes para el tango, para bailarlo y también hubo muchas orquestas y cantores. Después vino la etapa negra de la Argentina, con los militares, con la discriminación artística. Los creadores eran perseguidos; algunas obras tangueras porque tenían lunfardo eran cercenadas (…) Se mató a mucha gente, generaciones completas desaparecieron y se perdió un poco la ilación de la historia. Se produjo un vacío y cuesta retornar al tango, a la generación de escuela, de trasvasamiento de los mayores a los jóvenes, justamente porque ocurrieron otras cosas que superaron lo cultural, pero esto siempre prevaleció. Creo que si de la Argentina algo podemos decir es que estamos colonizados prácticamente en todo, lo único que se mantiene imbatible es nuestra cultura. Imbatible. A pesar de que ha habido un importante trabajo de inserción cultural de otras cosas, por políticas financieras que se dan con los grandes mercados musicales”.
Convivencia: “Me parece que hay que compartir todas las culturas, lo que no hay que hacer es privilegiar los inventos comerciales que no son la cultura de ningún país sino eso, nada más. Lo inglés, lo norteamericano tienen sus riquezas musicales. Si hablamos de música representativa, en ese caso vayan todos mis respetos porque habla de sus historias, de sus lugares, de sus gentes. Lo lamentable es cuando se inventan grupos que rápidamente generan una atracción momentánea y no dejan nada en lo absoluto”.
Vigencia del tango: “Habla de su gente, de sus cosas. Debe ser una de las pocas obras que tiene comienzo, desarrollo y final, generalmente en tres minutos (…) Lo que ocurre con algunas de esas historias es que produce identificación en algunos. En los tangos (…) te vas a encontrar reflejado, o alguna parte de tu vida. Vas a sentir como que lo hiciste o que lo hicieron para vos. Por eso digo que los jóvenes cuando le abren el oído por curiosidad, le prestan atención, el tango suele encargarse de enamorarlos o de quedarse de ellos. A veces por la danza, que es lo más generalizado está”.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
