Séptima elección a gobernador en Entre Ríos desde que retornó la democracia a nuestro país en 1983. Sólo Busti se mantiene como protagonista absoluto de la política entrerriana de los últimos 24 años, al caerse Montiel del tablero tras su penosa gestión de gobierno y dejarlo solo entonces sin rivales de fuste a la vista. Y en ese entretenimiento político de bajar al actual mandatario del pedestal se fue el esfuerzo de la atomizada oposición, que no encuentra rumbos ni conductores que sinteticen el ideal de una renovación cierta como para quedarse con la cabeza del actual mandatario que tanto desean desde lo político y lo electoral. Las encuestas, por su parte, que inclinan el plano para el lado del oficialismo, por ende modificaron sutilmente las prédicas prescindentes de Kirchner. Son varias las ofertas electorales tanto a nivel provincial como de las comunas, pero todo en su conjunto pareciera destinado a resolver el entuerto peronista que se planteó a partir de que el solanismo se fue de la estructura justicialista. Busti adelantó las elecciones para, con el poco tiempo de aliado, acabar con sus posibles adversarios y no pudo, pero si logró esmerilar y fragmentar el cuadro opositor. Concordia se resuelve entre peronistas, en Uruguay gana cómodo el oficialismo, Gualeguaychú se debate entre el justicialismo y la Concertación y en Paraná reina la incertidumbre, aunque la sonrisa aparezca prudentemente en las caras militantes de Halle. Algunos trabajan de cara al domingo, otros ya lo hacen con vista a las presidenciales de octubre. Luego del 18 habrá vencedores y vencidos y todos, conviviendo con nueve meses de gestión por delante.
Hugo Remedi
Todos van por Jorge Busti y todos entonces, ingresados al juego de esa manera, corren el riesgo de quedarse sin nada -o con muy poco-, tanto en lo electoral como en lo político. Está claro y es lógico que ganarle a un tres veces gobernador de Entre Ríos no es en absoluto lo mismo que medir fuerzas con candidatos de incipiente carrera electoral.
Si uno echa un vistazo a los 24 años de democracia desde su recuperación en 1983, podrá concluir en que el actual gobernador es el único dirigente que ha mantenido un protagonismo absoluto en el escenario político entrerriano. Algo falta en el ambiente político preelectoral: no está Montiel.
Por ello, la balanza está despareja. Sólo Mario Moine, muy circunstancialmente a principios de la década del 90 hoy retirado, y Sergio Montiel, actualmente “autoretirado” gracias al flagelo de su última gestión de gobierno, lograron conmover en alguna medida al actual mandatario provincial durante las casi dos décadas y media de su trayectoria política en Entre Ríos.
Y es debido a esto, en gran parte, que la elección del domingo que viene en nuestra provincia parece reducida a dilucidar la interna peronista a la que muchos de sus dirigentes y militantes intentan esconder bajo la manta esquizofrénica de la nueva o mala política. Caras nuevas son las que faltan precisamente, también metodologías, coherencias, compromiso y respuestas adecuadas a las necesidades de la gente, que también en gran medida es cómplice de lo que internaliza cotidianamente como parte ineludible del folclore institucional.
Este domingo se va a elegir el séptimo gobernador desde el alfonsinazo modelo 1983 y también el mismo número en los casos de las intendencias de toda la provincia, senadores y diputados provinciales. En este tiempo de democracia Busti fue elegido tres veces gobernador, Montiel dos y Moine la restante. Además, el ex gobernado radical fue otras dos veces candidato a ocupar la primera magistratura y perdió, es decir: en seis convocatorias electorales Montiel fue protagonista directo en cuatro y casi directo en las otras dos y con el mismo protagonismo en las restantes contiendas electorales destinadas a elegir presidente o legisladores nacionales.
Busti, además de gobernador, fue intendente de Concordia, senador nacional, diputado nacional, interventor en Santiago del Estero... y ahora va a ser diputado provincial. ¿Cómo entonces hablar de caras nuevas...?: en verdad, sólo maquillaje y siempre estamos volviendo.
Bajemos un poco más a tierra. En Paraná de las seis elecciones convocadas para elegir intendente, la escudería Varisco tuvo representantes nada menos que en cinco de ellas, a saber: Humberto Cayetano en 1983 (intendente), 1991 (pierde con Solanas) y 1995 (intendente); Sergio Varisco en 1999 (intendente) y 2003 Humberto Raúl (pierde con Solanas), y ahora ¿quién es el candidato radical?: obvio, un Varisco, y todo para mantener la sana costumbre familiar.
Por el otro lado, el justicialismo no le va en zaga. Julio Solanas fue dos veces intendente, en otra compulsa perdió con Sergio Varisco y ahora se presenta ¿quién?: su hermano Raúl.
Los escandalizados dirigentes del Nuevo Espacio -que parecen camino a conformar el Poco Espacio- no reparan distraídamente cuando critican este tema puntual en que Emilio Martínez Garbino viene siendo, desde que nació el grupo que hoy se denomina Concertación, la vaca sagrada de cuanta candidatura vaya surgiendo al pasar.
En fin, nada nuevo bajo el sol.
Sea cual fuere el resultado del domingo, lo complicado vendrá después. De hecho, alguien tendrá que seguir gobernando municipios o la provincia con una derrota a cuestas. Y se sabe que en esta ácida sociedad que ha ido perdiendo códigos la derrota es sinónimo de sida, y entonces habrá que ver quién se encarga en ese tiempo que media desde marzo hasta diciembre -cuando asumirán las autoridades electas- de los enfermos y sobre todo de los deudos que, sin eufemismos, es la sociedad en general.
El nuevo padrón electoral dice que hay unos 862.000 entrerrianos en condiciones de votar para elegir gobernador, vice, senadores provinciales, diputados provinciales e intendentes de todas las categorías. Para octubre, según anunció el Presidente Néstor Kirchner, quedará entonces la renovación de la primera magistratura argentina, de los diputados nacionales y del Senado nacional.
En Paraná ciudad están en condiciones de votar unas 176.000 personas y en los departamentos Uruguay unas 71.000, unas 78.000 en Gualeguaychú, casi 110.000 en Concordia y aproximadamente 64.000 en Paraná Campaña.
El domingo se renueva también la Legislatura provincial, o sea: 17 senadores y 28 diputados provinciales.
Casi todas las encuestas aseguran que Sergio Urribarri será el próximo gobernador de Entre Ríos para el período 2007-2011. El escenario mayor se completa con Paraná, donde aparece una incierta definición entre Sergio Varisco, José Carlos Halle y Raúl Solanas. En Concordia la puja se reduce a las dos candidaturas peronistas: Juan Carlos Cresto, el “enviado” de Solanas, y el actual ministro de Salud y Acción Social, Gustavo Bordet. En Uruguay todo parece definido a favor del oficialismo y en Gualeguaychú, hoy el bustista Juan Bahillo disputa palmo a palmo la Intendencia del sur de la provincia con Luis Leissa, de la Concertación. El radicalismo está lejos.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)