Claudio Cañete
En 1961, el empresario Moisés Baralya adquirió las salas de los cines Ítalo Argentino, Ideal, Select y Mayo, hasta entonces, según algunos documentos, administradas por la Empresa ECLA (Exhibidora Cinematográfica del Litoral Argentina), a través del representante local Hugo Carboni. En manos de Baralya el viejo y tradicional Ítalo Argentino (fundado en la década del 20) pasó a llamarse Cine Rex y a los demás los mantuvo con el mismo nombre.
A comienzos de los 70 otro empresario, Ricardo Didoné, se hizo cargo del Cine Ideal y lo denominó Cine Ópera (Pellegrini 168), nombre que llevaría hasta su cierre y demolición a mediados de la década del 90. En 1976, después de Didoné, asumieron su conducción los nietos del dueño original del Cine Ideal, don Antonio Vitale. Es así que a partir de 1976 el Ópera estuvo administrado por Vitale Exhibidora Cinematográfica SRL.
En tanto, el Cine Select conservó su nombre hasta que pasó a llamarse Cine Atlas, en 1982, nombre que conservó también hasta su cierre definitivo a fines de los 90, con varios períodos alternados en que no realizaba proyecciones. El Cine Mayo, por su parte, se mantuvo hasta que la crisis lo obligó a cerrar no bien comenzaron los años 90. En 1992 la Fundación Bica lo reabrió para realizar todo tipo de espectáculos y retomar las proyecciones, un esfuerzo que duró hasta diciembre de 1999 en que tuvo que cerrar las puertas ya que como sala de cine la concurrencia era escasísima. Al año siguiente, coincidentemente con la llegada de Mc Donalds y Walmart a la ciudad (sin dudas otro espíritu de época), la Sala Mayo (donde alguna vez llegó a cantar Carlos Gardel) se transformó en un restaurante.
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