Soledad Comisso
-¿Usted nació en Córdoba?
-Yo nací en 1972 en Córdoba capital, soy el menor de cinco hermanos varones; somos cuatro ingenieros y uno es oficial de policía. Mis padres eran de Colón: mi papá se fue a trabajar a Córdoba a la fábrica de aviones y mi madre se fue a estudiar al mismo lugar, allí se conocieron y se casaron. Así que nací allá, donde también pasé mi infancia y parte de mi adolescencia, pero siempre anhelé vivir en Colón. Allí pasaba las vacaciones de verano y luego, cuando mi papá se jubiló, nos mudamos a Entre Ríos.
-¿Y cuando volvió a Colón comenzó la facultad?
-Sí, cuando nos mudamos a Colón empecé ingeniería en construcciones en la Universidad de Concepción del Uruguay. Luego, con el título de posgrado me recibí de ingeniero civil y más adelante, ya empecé la ingeniería ambiental porque me había interesado también por estos temas.
-¿Extraña algo de Córdoba?
-No, no extraño casi nada. Yo me considero un entrerriano criado en Córdoba. Me acuerdo que siempre estaba esperando todo el año para irme a pasar las vacaciones en Colón. Siempre quise venir a vivir a esta provincia. Tengo tres hermanos viviendo allá, pero no es mi lugar.
-¿Actualmente dónde vive?
-Hace un año me mudé a Colonia Hugues, un pueblito rural que debe tener 150 personas y 500.000 pollos más o menos (risas). Está en el ejido de Colón, cerquita de la ruta 14. Allí vivo con mi mujer y mis dos hijos, uno de 6 años y otro de 6 meses, Justo y Francisco; todos mis hermanos han tenido varones, mis padres tienen 11 nietos. Tenemos dos hectáreas de bosque natural y allí construí una vivienda bioeficiente, la hice en un 70 por ciento con materiales reciclables. Más allá del puesto que ocupo, trato de ser coherente en mi vida diaria y siempre me interesaron este tipo de cuestiones. Elegimos irnos a un pueblito rural para ganar en calidad de vida. Estamos muy felices en ese lugar.