
Tras el macabro triple asesinato de una adolescente y dos jóvenes en Florencio Varela, la Iglesia Católica emitió una fuerte declaración, donde volvió a denunciar el avance del narcotráfico y reclamó más presencia del Estado para que “la muerte y el dolor no se apropien de la vida de nuestros hermanos”.
“Una vez más nos encontramos frente a un episodio trágico en nuestra sociedad, producto del avance del narcotráfico, especialmente en los barrios más vulnerables de nuestro país”, advirtió la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia del Episcopado.
La Iglesia Católica viene reclamando desde hace años la falta de políticas públicas para enfrentar el flagelo narco y las consecuencias, sobre todo para la población más sumergida, que dañan el tejido social. De hecho, en junio pasado, emitió otra declaración en la que advirtió que “la retirada del Estado es una forma indirecta de condenar a muchos a la muerte”.
“Como Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia del episcopado argentino, nos solidarizamos con las familias de Morena, Brenda y Lara por el brutal asesinato que han sufrido estas jóvenes”, inició la declaración de la Iglesia difundida hoy.
Y recordó que las palabras del Papa Francisco: “¡Cuántos traficantes de muerte hay —porque los traficantes de drogas son traficantes de muerte—, impulsados por la lógica del poder y del dinero a toda costa! Y esta plaga, que produce violencia y siembra sufrimiento y muerte, exige un acto de valentía por parte de toda la sociedad”.
“La presencia de la Iglesia y de diversas instituciones en nuestros barrios —donde se trabaja acompañando las vidas de tantos niños y jóvenes junto a sus familias, para que no caigan en el brutal flagelo de la droga— es esencial para que la muerte y el dolor no se apropien de la vida de nuestros hermanos", consignó.
Y advirtió: “Necesitamos que la presencia del Estado, a través de los órganos de justicia y de seguridad, sea inteligente y cooperadora, a fin de sostener a cada una de las instituciones que están presentes en los barrios, brindando respuestas efectivas, la fuerza del consuelo y el abrazo de la fraternidad”.
La de la Comisión Pastoral de Adicciones y Drogadependencia no fue la única declaración que surgió de la Iglesia Católica. El obispo de San Justo, monseñor Eduardo Horacio García, afirmó en diálogo con Infobae en Vivo que “aparecen las noticias solo cuando son hechos aberrantes y fuertes, como los de esas tres chicas, pero este es un tema de todos los días".
“Hay un montón de muertes anónimas que no llegan a la situación de exposición mediática que van pasando”, alertó el prelado, al referirse al asesinato de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15). “Está tan instalado el tema narco en los barrios, que es común que el kiosquero esté vendiendo falopa y que los chicos a la salida del colegio sean usados como perejiles por los narcos”, dijo.
También se expresó el equipo de sacerdotes de barrios populares y villas también presentó un fuerte reclamo.
“Apoyados en las expresiones de nuestro Episcopado según las cuales el corrimiento del Estado deja espacio al crecimiento del narcotráfico, percibimos que el Estado le suelta la mano a la vida. Necesitamos un Estado presente, inteligente y efectivo. Vemos una fuerte desconexión entre la política y la realidad de nuestra gente”, indicaron.
“Hace décadas que el narcotráfico se enseñoreó en nuestras comunidades y barriadas. Con gran preocupación, las clases dirigentes miran hacia un lugar muy lejano a las necesidades concretas de nuestro pueblo humilde. Nos preocupan intervenciones del Estado en las distintas jurisdicciones más pensadas para campañas políticas que conectadas con las necesidades de nuestra gente”, consignaron.
Y resaltaron que “la urbanización de los barrios y la apertura de oportunidades es el camino frente a este flagelo”.
Infobae