Tiempo atrás, la Gendarmería Nacional desbarató una banda narco integrada por paraguayos y argentinos que traficaba droga por el río Paraná, a través de un barco que descargaba los paquetes a la altura de la localidad de Santa Rosa de Calchines, en la costa santafesina. Este miércoles, el fiscal federal Jorge Gustavo Onel solicitó que la causa sea elevada a juicio.

Según la hipótesis del funcionario del Ministerio Público, la organización delictiva era dirigida por un ciudadano del vecino país llamado Emilio Honorio Oscar Curi Huespe. Bajo su mando, aparentemente operaban sus coterráneos Hugo Rodrigo Rolón Valdez y Mauricio Enrique Bogado Leiva; y los argentinos Marcela Guadalupe Leguizamón, Juan Andrés Acosta, Héctor Omar Fernández y Héctor Ernesto Alaniz. Todos ellos fueron detenidos y están acusados de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, agravado por la intervención organizada de tres o más personas. Otras dos personas, Alejandra Marcela Sánchez y Rubén Adrián Álvarez, fueron apresadas junto a ellos, pero por “narcomenudeo”, consignó El Litoral.

Según pudo saberse, el caso comenzó a gestarse a mediados de 2018, por información brindada por la Unidad de Inteligencia “Buenos Aires Sur” de la Gendarmería, a través de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD).

Las versiones indicaban que una banda traía droga desde Paraguay a Santa Fe por el río Paraná.

La fiscalía interviniente dispuso entonces una serie de medidas que incluyeron escuchas telefónicas, tareas de observación y vigilancia sobre los sospechosos.

Los investigadores lograron establecer que en septiembre de 2019 la organización iba a recibir un cargamento. Por teléfono, hablaban de “tela”, “camisetas”, “pasto”, “pantalones”, “materiales”... a veces, más relajados, directamente mencionaban “droga” o “merca”.

Se dispuso entonces un amplio operativo que incluyó el monitoreo del barco que transportaba la sustancia ilegal, el “Don Juan”, a lo largo de su recorrido desde Paraguay hasta la altura de la localidad costera de Santa Rosa de Calchines, en el departamento santafesino de Garay, donde se había acordado la entrega.

Era el 11 de septiembre. Siempre bajo la atenta mirada de las fuerzas de seguridad, en el punto mencionado (desembocadura del río Feliciano en el Paraná), la embarcación se detuvo y una lancha identificada como “Sabalito” se le puso a la par. Allí descargaron varios bultos que luego fueron llevados hasta una vivienda de la mencionada localidad, ubicada a la vera de la Ruta Provincial 1.

Fue entonces que se dispararon los allanamientos, algunos en la población costera, otros en la ciudad de Santa Fe y también en el mismo buque Don Juan, donde la tripulación terminó arrestada.

Al final del día, se habían secuestrado 291 kilogramos de marihuana, casi 300 gramos de cocaína, dinero en efectivo, gran cantidad de armas de fuego, vehículos y teléfonos celulares, entre otros elementos.