El caso de los “bird boys” entrerrianos que llegó a la Corte Suprema

Bird Boys

Dos bird boys reclaman indemnización a una empresa de turismo que los desconoce como trabajadores.

Un caso que involucra a “bird boys” o “palomeros” que se desempeñan en labores de turismo de aventura llegó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Se trata de la demanda de dos hermanos de Urdinarrain –cuyos nombres se preservan-, quienes reclamaron a la firma Four Seasons Adventures SA una suma de dinero por sus trabajos durante 2010 y 2014.

La firma se defendió negando la relación laboral y asegurando que los trabajadores eran contratados por los turistas extranjeros.

El 18 de diciembre de 2018, el juez laboral de Gualeguaychú Norberto Stettler hizo lugar a la demanda y condenó a la firma a pagar la suma de $ 1.376.250,56, correspondiendo $ 779.231,82, para uno de los palomeros; y, para el otro, $ 597.018,74.

La empresa apeló la demanda, que le fue rechazada en diferentes instancias provinciales. El último revés fue el 9 de febrero de este año, cuando la Sala del Trabajo del Superior Tribunal de Justicia (STJ) le denegó el recurso extraordinario para que el caso llegara a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La resolución fue firmada por los vocales Germán Carlomagno y Susana Medina; mientras que Bernardo Salduna votó para que el caso sea remitido al máximo tribunal.

Tras esa decisión, la empresa presentó un recurso de queja directamente ante la Corte. En la presentación a la que accedió Entre Ríos Ahora, la defensa de la firma planteó que “estamos en un caso que, como no suele  ocurrir, tiene dadas todas las condiciones para que nuestro máximo Tribunal, previo admitir la queja, valore su trascendencia, en especial sus connotaciones con una actividad que es generadora del ingreso de importantes divisas al país, que no se ha regulado en debida forma, siendo casi nula la jurisprudencia sobre la situación de los prestadores de servicio como los demandantes”.

El planteo de los trabajadores

Los trabajadores, en su demanda inicial, plantearon que desempeñaron labores para la empresa Four Seasons Adventures SA entre 2010 y 2014. En la provincia, mencionaron que la firma realiza actividades de caza en zonas de los departamentos de Gualeguaychú y Uruguay, tales como Rincón del Cinto, en campos linderos a la Ruta Nacional Nº 14 y sobre Ruta Provincial Nº 20. En este caso, los “bird boy” relataron que trabajaron para la firma en distintos campos del departamento Gualeguaychú, realizando caza de palomas.

Uno de los trabajadores relató que ingresó a trabajar como “bird boy” en febrero de 2010 y, el otro, lo hizo en mayo de 2012. Dijeron que ambos eran trasladados a trabajar muy temprano, desde Urdinarrain, departamento Gualeguaychú, hasta el lugar donde se hospedaban los turistas en la Posada del Bolacuá, en la ciudad del carnaval.

Desde allí, eran trasladados a los campos para dar comienzo a la cacería de aves, faena que iniciaba al amanecer y terminaba por la noche. En la denuncia, destacaron que cerca del mediodía se paraba para el almuerzo de los turistas, y luego se continuaba con la cacería desde las 14 a las 18.

Señalaron que sus tareas “eran la atención, asistencia y organización de actividades de turismo aventura a turistas de origen extranjero y consistían en concurrir por la mañana al lugar donde se depositaban las armas para la caza y las municiones -en un contenedor colocado debajo de un tinglado o techo de chapa hacia el lugar en donde están los animales, ubicado en el complejo Bolacuá en Gualeguaychú-, las preparaban y cargaban en las camionetas, para trasladarse luego al inmueble rural designado para las actividades de caza en donde se encargaban de asistir a los cazadores alcanzando las armas y las municiones para que realicen los disparos, cumpliendo horarios diarios corridos desde las 6:00 horas hasta las 20:00 o 21:00 horas”.

Aseguraron, además, que una vez que los turistas se retiraban a sus hospedajes, ellos se encargaban “juntar las palomas, los cartuchos y limpiar las armas para comenzar la jornada al día siguiente”. “Las palomas muertas y los cartuchos se juntan en bolsas y luego se tiran en el basural municipal de la ciudad de Urdinarrain, prolongándose la jornada hasta las 20 o 21 horas aproximadamente. Algunas veces, dado los magros sueldos percibidos y la imposibilidad de adquirir con ellos alimentos, se llevaban algunas palomas a sus domicilios para su propio consumo”, indicaron en la demanda.

A raíz de esa situación y de los exiguos pagos, los dos trabajadores comenzaron a reclamar mejoras salariales, el reconocimiento de descansos, cobertura social y previsional. Ante la falta de respuestas de la empresa, el 18 de julio de 2014 decidieron intimar a la firma a que proceda a registrar el vínculo laboral. Fours Seasons Adventures negó el vínculo laboral el 5 de agosto de ese año.

Eso motivó que los palomeros iniciaran un reclamo formal en la Delegación Gualeguaychú del Ministerio de Trabajo el 2 de febrero de 2015 con el fin de conseguir el pago de diferencias salariales existentes, de haberes adeudados e indemnizaciones y por la entrega de certificaciones laborales y de aportes previsionales. Al agotar esa instancia, decidieron iniciar la demanda laboral que terminó con fallos a su favor.

El planteo defensivo: los “bird boys” son como los “caddies”

Durante toda la causa a nivel provincial y en el recurso de queja ante la Corte Suprema, la empresa se plantó con un argumento: que los “bird boys” o palomeros son trabajadores contratados por los turistas y que no tienen relación de dependencia con la firma. Los compararon con los caddies, cuya tarea es alcanzarles los palos a los golfistas.

Los abogados Alejandro Briozzo y Agustín Meriano, que representan a Four Seasons Adventures, indicaron en su descargo que la empresa fue creada en 1980, y que se dedica a actividades turísticas, habilitada por Secretaria de Turismo de la Nación como Empresa de Viajes y Turismo; y que realiza servicios de caza menor en la provincia, habilitada por el Ministerio de la Producción, Dirección General de Fiscalización Agroalimentaria, como empresa de Turismo de Aventura, Caza Deportiva Menor Número 9.

Señalaron que “los cazadores interesados, la mayoría provenientes de los Estados Unidos de América, vía mail, normalmente, o por teléfono, en forma personal o mediante Agencias de Turismo intermediarias, realizaban la reserva para las partidas de caza, para una determinada época del año”.

En ese marco, indicaron que “así como en la práctica del Golf existen los caddies, en las cacerías existen los ‘bird boys’ o ‘pick up boys’ o ‘palomeros’, que son personas que asisten a los cazadores de aves, cumpliendo las funciones que estos últimos les encomiendan”. En tal sentido, sostuvieron que los denunciantes asistían ocasionalmente a “algún cazador que arribaba a nuestras tierras a practicar ese hobbie”.

Y agregaron que la empresa a cargo de la cacería “no ofrecía el servicio de ‘bird boys’, el que sí era incluido en sus prestaciones por otras empresas del ramo”.

Además, plantearon que la paga era pactada entre los turistas y los cazadores, y que “oscilaba entre 40 y 120 dólares por día”.

El fallo condenatorio

Al resolver, el juez laboral de Gualeguaychú, Norberto Stettler, consideró que “a pesar del esfuerzo demostrado a lo largo del proceso por el letrado apoderado de la parte demandada, no he de coincidir con los argumentos que brinda para sostener que las labores de los palomeros eran en beneficio de los cazadores, por cuanto esa circunstancia no quedó evidenciada en autos con las pruebas aportadas. Más bien todo lo contrario, con ellas quedó de manifiesto que los palomeros eran dependientes de FSA y que recibían instrucciones precisas al respecto”.

“En efecto, apréciese que los actores laboraban para una organización que previamente disponía el sitio en el que se realizaría la cacería de las aves, el horario de caza. Determinaban y suministraban las armas y las municiones, al tiempo que también establecían los calibres que se utilizaban. Era la empresa la que trasladaban a los cazadores, les proporcionaba el almuerzo y atendían demás requerimientos. Es decir, todo era organizado prolijamente por la firma FSA”, subrayó el magistrado.

Además, destacó que las órdenes emanaban de la firma “pese a su acotado margen instructivo, dado que las características de las actividades de los palomeros requerían un cierto conocimiento o vaquía, propia de los lugareños. Igualmente, esa discrecionalidad que ostentaban los actores para decidir los lugares de caza no los convierte en prestadores autónomos”.

De tal modo, que el juez de primera instancia condenó a la firma a pagarle a los “palomeros”. Sin embargo, ahora el caso está a la espera de ser tratado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, quien tiene la última palabra.

NUESTRO NEWSLETTER

Deportes

Con cuatro entrerrianos entre los 48 inscriptos, Toay recibirá al Turismo Carretera

El equipo del "Gurí" Martínez dirá presente con Agustín Martínez y Ayrton Londero en La Pampa. (Foto: ACTC).

Básquet: la entrerriana Camila Suárez volvió a lucirse, pero a Obras no le alcanzó

La uruguayense Camila Suárez aportó 20 puntos en la derrota de las Rockeras (Foto: Arhivo).

Carlos Tevez fue dado de alta tras quedar internado por un “espasmo coronario”

El entrenador de Independiente pasó la noche internado en un sanatorio de San Isidro.

River

River visitará a Libertad e irá por otro paso a los octavos de final de la Copa Libertadores.

Pitón

En la localidad de Pronunciamiento, Guillermo Pitón festejó en inicio del calendario del Rally Entrerriano.

Sionista

En el partido destacado del miércoles, Sionista visitará al líder del grupo, Gimnasia de Santa Fe.

Peñarol

Peñarol visitará a Malvinas, el La Paz, el domingo a partir de las 16.

Bonelli

El entrerriano Nicolás Bonelli realizó un test en el Autódromo de La Plata con vistas a la carrera en Toay.

SL

San Lorenzo perdió ante Liverpool y quedó complicado en el Grupo F de la Copa Libertadores.

Opinión

Por Néstor Banega (especial para ANÁLISIS)  

En la capital entrerriana una multitud en favor de la educación pública.

Por Edgardo Scarione (*)  

(Foto: NA)

Cultura

La Bioferia contó con 250 expositores de productos y servicios de consumo responsable de todo el país.

La cita será el domingo 5 de mayo en “Gato Negro Café Cultural”, en la ciudad de Paraná.

La actividad iniciará el viernes 10 de mayo en el Museo Conrado Hasenauer