El Consejo de la Magistratura analiza varias opciones para aportar a un proyecto de ley oficialista que regule los traslados de jueces, ante el fallo de la Corte Suprema que los declaró a todos “provisorios” y estableció la necesidad de una ley.

La titular de la comisión de selección de magistrados, la consejera y diputada nacional Graciela Camaño (Consenso Federal-Buenos Aires), anunció que ya tiene listo un proyecto propio para los traslados, mientras que el vicepresidente del Consejo, el camarista penal Alberto Lugones, también dijo tener el suyo.

Lo mismo plantearon el presidente del cuerpo, Diego Molea, y la consejera y diputada Vanesa Siley (Frente de Todos-Buenos Aires).

Todas estas elaboraciones se empezaron a transparentar la semana pasada, en la reunión de la comisión encargada de seleccionar a los jueces, que finalmente definió seguir puliendo las propuestas durante la feria judicial y ponerlas a disposición en la primera reunión del Consejo, tras el receso de invierno, publicó la agencia de noticias Télam.

Este acuerdo para dotar de más institucionalidad a los traslados surgió luego de que el consejero por el Ejecutivo, Gerónimo Ustarroz, revisara los traslados en la Justicia desde la Reforma Constitucional de 1994.

En ese trabajo, Ustarroz distinguió tres tipos de traslados: los tipos A, que también se denominan “horizontales” o “simétricos”, y que refieren a jueces que mantienen su competencia e instancia entre cargo de origen y destino; los B, del mismo tipo, pero con alguna irregularidad respecto del reglamento de traslados; y los C, cuyas características chocan con el régimen constitucional que fija el trámite.

Hasta ahora, los proyectos de los distintos miembros del Consejo (cuyos lineamientos se conocen parcialmente) tienen que ver con los traslados de tipos A, pero no trascendieron desarrollos para resolver las complejidades que se derivan de los B y los C, como por ejemplo qué ocurre cuando un juez de traslado debe volver a su lugar de origen y ese cargo ya está concursado y, por lo tanto, ocupado.

“No estoy escuchando soluciones”, reprochó Camaño a sus colegas el jueves pasado, cuando convocó a una reunión virtual para -precisamente- empezar a definir esta prioridad en la agenda del cuerpo.

En cuanto a los traslados A, Lugones dijo en esa misma reunión haber estudiado la experiencia en países vecinos, en donde “empieza a funcionar un sistema nuevo en el que se utiliza al conjunto de jueces como un cuerpo”.

“El esquema cerrado no funciona”, amplió Lugones en diálogo con Télam y como alternativa propuso “un cuerpo único de jueces”, sin diferenciación por salas, y a los que “se les preste acuerdo para que ocupen el lugar que se necesite”.

En cuanto a los traslados que, por algún motivo, no fueron simétricos, como los casos de Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, quienes pasaron de primera a segunda instancia en la Justicia Federal sin haber concursado ni obtenido aval del Senado para sus nuevos cargos, por ahora no hay soluciones.

Según trascendió, se irán tratando “caso por caso” y convocando a los concursos, como en su momento indicó la propia Corte.

En relación a este tipo de traslados, el máximo tribunal, al fallar sobre los pedidos de Bertuzzi y Bruglia para no volver a sus juzgados de origen, estableció la necesidad de que se sancione al respecto una norma específica del Congreso.

“Dicha normativa, precedida del necesario debate democrático, otorgará certeza a los magistrados, evitando revisiones esporádicas de su estatus jurídico”, planteó la Corte.

Esa certeza comienza con la voluntad política de elaborar una norma, algo que ya parece acordado, según confirmó a Télam la diputada y consejera Siley: “El bloque (por el FdT) está elaborando un proyecto sobre los traslados”.

Lo que resta por verse es si la elaboración del proyecto que llegue a las comisiones, y eventualmente al recinto, tendrá el aporte de Molea, Lugones e incluso de Camaño, quien no pertenece al bloque oficialista.

El jueves pasado, Ustarroz expuso los alcances del desafío: “El fallo (de la Corte) generó un sinmúmero de situaciones que no tienen solución, en particular los que tienen su vacante ocupada. Pero, ¿cómo se sale de los laberintos? Por arriba”, sintetizó. Esa salida parece estar, por ahora, en una ley que brinde certezas a futuro.