El Gobierno de CABA compró barbijos a 3000 pesos cada uno.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires realizó una compra de 15.000 barbijos por los que gastará 45 millones de pesos, lo que da un costo individual de 3.000 pesos por cada barbijo, informó Noticias.
La compra salió publicada en el boletín oficial de la ciudad el pasado 8 de abril y el proveedor es una empresa llamada Green Salud, perteneciente al abogado Ignacio Saenz Valiente quien además de tener un grupo de compañías con el nombre Green, también es director del Grupo Clarín y la empresa Telecom. La familia Sáenz Valiente es dueña de un reconocido buffet de abogados.
Según la resolución de compra del Ministerio de Salud, los barbijos que se compraron son de “alta eficiencia” de la marca 3M y fuentes del Gobierno de la Ciudad confirmaron que el modelo de barbijo es el 9332 FFP3 con válvula, uno de los más caros del mercado, aunque muy por debajo de los 3 mil pesos. Según la propia fábrica 3M en un comunicado, informó que un modelo de barbijo similar –9211+– cotiza alrededor de los 3,40 dólares, que tomando un cambio de 85 pesos, resultan unos 289 pesos por barbijos.
En otros distribuidores oficiales de Argentina como Segufer, una empresa sugerida en la web oficial de 3M, los mismos barbijos están cotizados a 11,05 dólares, unos 939 pesos. Y en portales internacionales como Alibaba, se pueden comprar a 8 dólares, unos 680 pesos y los envían directamente desde el puerto de Wuhan, la ciudad donde se originó el Coronavirus Covid-19.
En portales como Mercadolibre, al cierre de esta nota, el costo del barbijo era de 2.700 pesos. Hace un mes, costaba 1300 pesos.
Esta volatilidad en los precios responde a la alta demanda de insumos que hay en todo el mundo y sobre todo a la gran voracidad por comprarlos de parte de las potencias económicas más importantes del mundo, sobre todo de Estados Unidos, país donde la semana pasada quedó varado un cargamento de respiradores que iba desde China a Brasil. Nunca llegó y el intermediario que vendía los productos le comunicó al Gobierno de Brasil que no iba a poder entregarles la mercadería.