Un centenar de vecinos y productores, acompañados por instituciones del agro y entidades ruralistas, además de referentes de la oposición, se manifestaron hoy en la puerta de la reserva natural Las Piedras de Gualeguaychú, para repudiar la construcción de viviendas en ese predio.

La controversia en torno a las decisiones que el Departamento Ejecutivo Municipal de Gualeguaychú está tomando en cuando a la intervención de la reserva natural Las Piedras, ha reunido a diferentes sectores que, aunque enfrentados en otros debates ambientales, coinciden en el repudio por la construcción de las 20 viviendas que constituirán la colonia o asentamiento de productores hortícolas que explotarán las tierras destinadas a un proyecto agroecológico anunciado por la gestión del Intendente Martín Piaggio en el marco del Programa de Alimentación Sana, Segura y Soberana (PASSS).

El proyecto promovido en el predio de Las Piedras, se basa en un acuerdo político de la gestión del intendente Esteban Martín Piaggio con la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), organización social que tiene arraigo en diferentes lugares del país con diferentes experiencias productivas vinculadas a la agroecología. Oportunamente, desde la organización difundieron la firma del convenio en agosto de 2021, señalando la creación de “la nueva Colonia de Abastecimiento es un homenaje a nuestro compañero Carlos Arenas, histórico técnico de la UTT que trabajó para construir la Colonia Agroecológica en Gualeguaychú, y falleció por Covid-19 este año”, publicó el portal de R2820Radio.

 “El acuerdo se logró con la ayuda y trabajo del equipo del Plan de Alimentación Sana Segura y Soberana (PASSS), impulsado por el gobierno municipal, y tiene como principal objetivo garantizar el acceso a la tierra a productores de la economía popular, para poder llevar alimentos sanos a las mesas de los gualeguaychuenses”, convenio en el que el Municipio compra verduras y hortalizas a la organización afincada en provincia de Buenos Aires, ya que a nivel local solo son cuatro las familias que se encuentran produciendo y que aún no logran abastecer las expectativas propuestas desde el programa en esta primera instancia.

“El convenio y comodato firmado permitirá que diez familias puedan trabajar de manera justa. Cuatro de ellas ya están produciendo frutas y verduras. De esta manera logramos fortalecer nuestro objetivo de lograr la soberanía alimentaria en Argentina”, informa el comunicado difundido en agosto pasado por la UTT. El objetivo claro y manifiesto no menciona aquello que sí tendría que tener en claro el Municipio: se trata de la intervención en una reserva natural, protegida por una ordenanza en vigencia, sobre la cual habría que haber informado -para luego consultar conforme indican las normativas de protección ambiental- a la población.

En este punto, vecinos y productores de la zona se paran para reclamar que se de marcha atrás con el proyecto.

Durante poco más de una hora, vecinos y productores fueron tomando la palabra, como así también referentes ambientales y de la oposición a la gestión municipal. Dentro de las cuestiones planteadas se destacó el pedido de una audiencia pública -ingresada por expediente a pedido de integrantes de la organización Salvemos el Río Gualeguaychú- para que los vecinos puedan escuchar los argumentos del Ejecutivo y exponer aquellos que se oponen al emprendimiento.

La proclama de los manifestantes: “No daremos licencia social”

“Nos encontramos en la entrada de un lugar históricamente simbólico para toda la comunidad de Gualeguaychú. Varias son las causas que nos traen aquí, la primera y principal de todas es proteger esta área natural para que con miras al futuro todas las generaciones que vienen, nuestros hijos, nuestros nietos; puedan disfrutar de este patrimonio natural y cultural.

En 1960 Carlos Arturo Mac Dougall y Luis Jeannot Sueyro junto con otros hombres vislumbraron que este sitio debía ser un lugar para la educación de los jóvenes de Gualeguaychú, porque pensaron que, para hacer una Argentina más grande y más fraterna, campo y ciudad debían caminar juntos por el sendero del progreso. Pensaban el campo ya integrado con la ciudad y pergeñaron que esta colonia debía enseñarnos cómo dialogar con la naturaleza e instruirlos al mismo tiempo.

Por esa razón, vimos con disgusto que las instituciones educativas que formaban a nuestros jóvenes fueran apartadas a golpe de decreto municipal con el argumento de que este lugar era un paisaje protegido.

Si hubieran sido coherentes con aquella afirmación nada de lo que se desarrolla aquí hubiera sucedido. Es decir, si esto fuera un paisaje protegido no se podría tocar un solo árbol que se encuentra aquí. Y en consecuencia menos se podrían instalar las 20 viviendas que se proyectan.

Si no hubieran trastocado sus consignas ambientales y las hubieran pervertido, hubieran dejado incólume este lugar, afectado solo a la instrucción de nuestros jóvenes quienes deberían conocer aquí nuestra historia y toda la biodiversidad que existe.

Como podrían llevar a cabo esta iniciativa si la misma municipalidad dictó la ordenanza que consagra a Las Piedras como zona protegida y que prohíbe la tala de cualquier tipo de árboles.

Por eso los aquí presentes Proclamamos que No aceptamos ni daremos licencia social a un proyecto que aún se encuentra oculto en los despachos burocráticos del Municipio, nos opondremos tenazmente a que se intervenga esta área natural sin la aprobación de un plan de manejo Ambiental sostenible y sustentable, que contemple la escucha activa de todos los ciudadanos y organizaciones intermedias.

Y le trasmitimos a nuestro Intendente que los vecinos aquí presentes lucharemos de manera inclaudicable para que finalmente Las Piedras sea el lugar que respete su finalidad histórica-ambiental y educativa de nuestros jóvenes gualeguaychenses que son dignos destinatarios de todos nuestros esfuerzos”.