Foto: Ahora.com
Vecinos del borde costero de Paraná que en su mayoría viven de la pesca sufrieron destrozos y un intento de expulsión de sus viviendas, que atribuyen a empresarios inmobiliarios. El municipio intervino en la situación.
Luego del violento desalojo que se vivió el martes –del que informó ANALISIS-, un grupo de vecinos del barrio Parque Costero, acompañados por integrantes de la Asamblea Vecinalista de Paraná, protestaron este jueves por la mañana frente al municipio y esperaban reunirse con la intendenta Rosario Romero para intentar encaminar una solución al conflicto que viven desde hace varios años.
Los vecinos de este barrio ubicado en calle Pedro Londero al final, en el extremo noreste de Paraná, viven en permanente estado de alerta desde hace varios años por amenazas de desalojo de los empresarios privados que dicen ser dueños de los terrenos.
La situación explotó este martes, cuando personas vinculadas al empresario inmobiliario José María Armándola y a los hermanos Matías y Pablo Folonier, propietarios de las tierras, despojaron de sus pertenencias a un pescador asentado en el lugar desde hace más de 20 años.
El pescador, de apellido Maldonado, se viene negando desde hace tiempo a retirarse del lugar y este martes un grupo de hombres, a quienes no se identificó pero que serían empleados de Armándola, llegó y comenzó a desarmar un galpón en la que habita el pescador y su familia, arrojando algunas de sus pertenencias al río.
Esto generó gritos, golpes, y amenazas de todo tipo. La situación involucró a personal policial que se hizo presente en el lugar alertado por otros vecinos, pero los efectivos no permitieron el ingreso a la costa.
Por el mal momento vivido, el hijo del hombre involucrado se descompensó y pese a la situación de salud, Armándola también habría impedido la apertura de las tranqueras que cortan la calle –colocadas por él de forma ilegal- evitando que ingrese una ambulancia para asistirlo. Por ello, otros pescadores lo trasladaron por el río. Durante la tarde, Maldonado padre también requirió asistencia médica, de modo que padre e hijo terminaron en el hospital.
Los dueños de los terrenos, José María Armándola, Albino Matías Efraín Folonier y Pablo Luis Facundo Folonier, comenzaron en 2020 un proceso de reclamo de esas tierras e iniciaron diversas demandas judiciales que aún no tienen solución.