Después de cuatro años de estar en minoría, a partir del próximo 10 de diciembre el peronismo volverá a dominar el Senado, aunque no se aseguraría el control absoluto del cuerpo. Si bien tendrá 36 legisladores propios, con el apoyo de los santiagueños del

Frente Cívico se asegurará el quórum y el manejo de los tiempos y la agenda de una de las dos alas del Poder Legislativo.

A pesar del resultado a nivel nacional, Juntos por el Cambio verá aumentada su bancada a 29 integrantes. Sin embargo, que este número se mantenga dependerá de cuánto resistirá la alianza oficialista el cimbronazo que significará su paso a la oposición.

El resultado de anoche implicará, además, una fuerte "kirchnerización" de la Cámara alta, en la que los senadores leales a Cristina Kirchner, que en su condición de vicepresidenta será la nueva presidenta del cuerpo, pasarán de los nueve actuales a casi una veintena.

El dato no es menor, ya que el peso del sector kirchnerista podría ser clave para garantizarle gobernabilidad a Alberto Fernández, informó La Nación.

Enganchado del amplio triunfo obtenido a nivel nacional, el Frente de Todos se alzó con 13 escaños de los 24 en juego. Esto es así porque ganó en cinco de las ocho distritos que renuevan su representación este año y se quedó con la banca por la minoría en los tres restantes.

La sorpresiva derrota en Entre Ríos, por un apretado margen menor a los 3000 votos, le arrebató al Frente de Todos una banca clave, que le hubiese asegurado el quórum propio. También fue muy cerrada la elección en Neuquén, aunque el kirchnerismo pudo contener la embestida final de Juntos por el Cambio y sacó más de 10.000 votos de ventaja.

De esta manera, el conglomerado que responde al Frente de Todos tendrá 36 bancas con el catamarqueño Dalmacio Mera, que apoyó a Roberto Lavagna. Se espera que esa cifra se cristalice en los próximos días, cuando se fusionen en un interbloque el Bloque Justicialista, que preside Carlos Caserio (Córdoba), y el del Frente para la Victoria (FPV).

Será importante saber cómo se dirimirá la pulseada de poder al interior del peronismo, en el que el sector kirchnerista tendrá una ligera ventaja de dos senadores (19 a 17) sobre el sector que responde a los gobernadores provinciales y se referencia en Fernández más que en Cristina Kirchner.

La elección del jefe del futuro interbloque peronista será la primera señal de quién de los dos integrantes de la fórmula presidencial ganadora tendrá el control del Senado.

Nuevos integrantes

Es un hecho que los dos senadores que responden a Zamora serán clave para que el nuevo oficialismo se asegure la mayoría necesaria para aprobar una ley.

Por el peronismo ingresarán en diciembre María Pilatti y Antonio Rodas (Chaco), Mariano Recalde (Capital), Edgardo Kueider (Entre Ríos), Oscar Parrilli y Silvia Sapag (Neuquén), Martín Doñate y Silvina García Larraburu (Río Negro) , Sergio Leavy y Nora Giménez (Salta), Gerardo Montenegro (Santiago del Estero) y Matías Rodríguez y María Duré (Tierra del Fuego).

Por Juntos por el Cambio entran Alfredo De Angeli y Estela Olalla (Entre Ríos), Víctor Zimmerman (Chaco), Martín Lousteau y Guadalupe Tagliaferri (Capital), Lucila Crexell (Neuquén), Juan Carlos Romero (Salta) y Pablo Blanco (Tierra del Fuego).

Completan la nómina Claudia Ledesma, esposa del gobernador Zamora, y José Néder (Frente Cívico Santiago del Estero) y Alberto Weretilneck (Juntos Somos (Río Negro).