La periodista de Infobae y Radio Continental, Mariel Fitz Patrick, analizó el panorama político ante la puja generada entre el gobierno nacional y de la Ciudad de Buenos Aires respecto de la presencialidad en las escuelas.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Fitz Patrick admitió que la disputa por la presencialidad en las escuelas “es una situación que no pensábamos que íbamos a vivir” y citó una columna de Luciana Vázquez que sostiene que “las familias se convirtieron en un nuevo sujeto político en defensa de la educación de sus hijos”.

“Llegamos a una situación insólita en la cual se ve la imposibilidad del Presidente de generar una instancia de diálogo y de consenso, e imponer la suspensión de las clases en el AMBA cuando no hay una evidencia científica que demuestre que las escuelas son foco de contagio. Y allí dictó una orden que no pudo hacer cumplir, porque obviamente hubo un nivel de rechazo tanto en la Ciudad como en el Conurbano porque ahora estamos con la paradoja de que en la Ciudad de Buenos Aires hay clases por un fallo de la justicia de la Ciudad que habilitó la presencialidad, pero del otro lado de la General Paz no hay clases”, planteó.

En tal sentido, consideró que esta situación “es una exteriorización de la imposibilidad de un diálogo político maduro para no perjudicar a la gente y a la vez cuidar la salud y evitar que el sistema sanitario colapse”.

Asimismo, opinó que “la última cadena nacional de Alberto Fernández con un anuncio intempestivo, inconsulto e impuesto por el gobernador (de Buenos Aires, Axel) Kicillof –que es quien tiene la postura más radicalizada- le quitó autoridad al Presidente porque terminó dictando una norma que un porcentaje importante del electorado rechazó porque fue inconsulta y no tiene sustento científico”.

Al respecto, marcó que “especialmente en la escuela primaria, los protocolos son muy estrictos en la Ciudad de Buenos Aires porque las mismas instituciones cuidan eso” y en contraposición marcó que “el fin de semana los bares explotaban de gente y las plazas de chicos, y ahí en muchos casos no hay protocolo”. “Dentro de las instituciones educativas el protocolo se cumple mucho más y es un ámbito mucho más seguro que muchos otros, pero además los chicos no pueden permanecer otro año encerrados en sus casas”, planteó.

De este modo, consideró que “la decisión inconsulta de Alberto Fernández, además de no estar debidamente fundamentada, fue un boomerang político y tensó mucho la relación entre Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta”.

La periodista analizó en ese aspecto que “con este tema de las clases presenciales le cedieron un posicionamiento muy fuerte como candidato presidencial a Rodríguez Larreta”. “Al otro día del anuncio presidencial, Larreta habló desde un lugar casi de un candidato presidencial, respondiéndole a Alberto, diciendo que estaba dispuesto a mantener la presencialidad, se lo notó calmo y con datos muy estudiados. Al revés de Fernández que tuvo ciertos traspiés al decir que el sistema de salud se relajó, metiendo la pata al hablar de los chicos con necesidades especiales. Estuvo poco asesorado el Presidente, ahí patinó y Rodríguez Larreta creció como candidato presidencial”, comparó.

Aclaró sobre este punto que “aunque falta mucho para elegir Presidente, las elecciones legislativas de este año implican un punto crucial para el gobierno porque si las pierde, Alberto Fernández va a quedar muy debilitado y no se sabe lo que puede pasar con la alianza opositora y con la reacción del propio kirchnerismo ante una derrota. Con lo cual, las legislativas están  mucho el clima político más allá de que no se elija un nuevo Presidente o un nuevo jefe de Gobierno”.

Ante esto, aseveró que “la pandemia quedó atravesada por la disputa política y las clases presenciales son el ejemplo”.

El problema de la circulación

Consultada por la cuestión de la movilidad que implica la presencialidad de las clases como factor de propagación de contagios, Fitz Patrick comentó que “en la Ciudad de Buenos Aires–según las cifras del gobierno porteño- el transporte público de los chicos en primaria que van a las escuelas es entre el 20 y el 30%, es decir que es minoritario, aunque los docentes sí tienen que trasladarse. Ante eso, lo que se planteó en algún momento es escalonar los horarios de ingresos y restringir la movilización de trabajadores en el horario de ingreso escolar, pensando en los docentes que sí tienen que viajar, porque en la Capital la mayoría de los chicos va a colegios de cercanía”.

Planteó ante esto que “se propuso pensar alternativas para que no se concentre el movimiento de otros trabajadores esenciales, y se postergó el horario de apertura de los comercios que no son esenciales justamente para bajar la cantidad de gente que viaja en transporte público. Hay algunas instancias que se podrían explorar para no suspender las clases, es decir que había alternativas y en eso la clase policía debe buscar soluciones, ser imaginativos, pensar propuestas para descomprimir la mayor movilidad en el horario de ingreso escolar”.

Como ejemplo, mencionó el caso de Israel donde “se dispuso un parámetro y ante determinada cantidad de contagios en una escuela solo se cerraba temporariamente esa escuela. Como pequeñas burbujas escolares, o institucionales; en lugar del cierre del grado como sucedía hoy”. “Me parece que hay que ser más imaginativos y poner mayor esfuerzo en que la suspensión más generalizada sea la última instancia”, opinó.     

Por último, en medio de este panorama, la periodista apuntó que “todo esto toca mucho más a la gente en su vida cotidiana que la reforma de la justicia que promueve el kirchnerismo, y eso es algo que se le ha cuestionado al gobierno: instalar la discusión y enfrentarse con la oposición por una reforma judicial que se metió medio por la ventana en un momento en que los consensos son más necesarios que nunca”.

“Esto le está dando una lección a la clase política respecto de que los temas que le preocupan a la gente son la salud, las vacunas que faltan y que la escuela como espacio de educación es algo esencial y que hay que hacer todos los esfuerzos para sostenerla. La energía e la calase política debe estar puesta en eso: aumentar el proceso de vacunación y en aumentar los recursos sanitarios para atender la segunda ola”, concluyó.