Esta semana se presentó el libro Federales Olvidados, tercera publicación de la serie Los Duendes del Archivo, originada en el Archivo General de Entre Ríos. La publicación rescata las figuras de Bartolomé Zapata, Felipe Rodríguez, Ricardo López Jordán, Pedro Espino y Cipriano de Urquiza a través de las investigaciones realizadas por los profesores Manuela Chiesa, Rubén Bourlot y Juan Damián Capdevila, coordinados por Graciela Bascourleguy, directora de este organismo que depende de la Subsecretaría de Cultura provincial. La obra continúa la saga iniciada por Crispín Velásquez, caudillo de Villaguay, de la propia Chiesa, y La vestimenta en Entre Ríos (1810-1920), de Bascourleguy y Capdevila. Es un proyecto editorial financiado por el Programa Identidad Entrerriana cuyo principal objetivo es sacar a la luz la historia de los entrerrianos poco conocida, que principalmente descansa en bancos documentales escasamente recorridos.

Claudio Cañete

El libro es un pedazo de historia que va desde 1810 hasta 1840, período conflictivo de luchas internas donde entrerrianos y orientales ayudaron a forjar la patria chica como paso inicial para la definitiva organización nacional. Aquí –en estas páginas- no hay historias de amor, sino de montoneras, crímenes y traiciones.
Es por eso que la obra homenajea a estos hombres que abrazaron la insignia con la roja veta diagonal que sangra (la de los federales). Es el caso de Bartolomé Zapata, aquel que prefería chirlear a un prisionero para atolondrarlo antes que degollarlo, y que a pesar de ser astuto y escurridizo, finalmente cayó muerto víctima de rencillas políticas de la época.

Otro es el de Felipe Rodríguez, apodado Felipillo por ser “petisón” para los entrerrianos y “pequenino” para los portugueses, que supo engañar a Lucio Mansilla, gobernador de Entre Ríos, enviándole noticias falsas sobre el paradero de Ricardo López Jordán, medio hermano de Francisco Ramírez.

Pedro Espino es otra figura abordada en estas páginas. No sabía leer ni escribir, pero propuso en su corta gestión de gobierno la fundación de la actual ciudad de Concordia.

Mientras tanto, se suman a la lista Ricardo López Jordán y Cipriano José de Urquiza –el verdadero ideólogo del federalismo entrerriano-. Estos dos son también dos grandes olvidados de la historia porque permanecen opacados por la repercusión de sus respectivos hermanos, Francisco Ramírez y Justo José de Urquiza.

Los profesores Manuela Chiesa, Rubén Bourlot y Damián Capdevila investigaron a fondo bancos documentales del propio Archivo Provincial y reconstruyeron rasgos de personalidades caprichosamente olvidados por la historia oficial. “Nos dedicamos especialmente a los anónimos porque los grandes ya estaban en los libros”, certificó Graciela Bascourleguy, directora del organismo y coordinadora del proyecto. Las páginas de Federales Olvidados son en este sentido un nuevo y fundamental aporte para leer la historia de otra manera, escrita en forma documentada y dinámica, con una metodología y escritura que las pone al alcance de una masa de lectores amplia en edad y preferencias. Pero que en definitiva la acerca a quienes deseen conocer un poco más de esta tierra y sus hombres.

Según indicaron los autores en el acto producido el lunes, se trata de perfiles que marcaron a fuego el inicio de la historia del federalismo entrerriano, por lo cual aparecen “Bartolomé Zapata, que tuvo una breve actuación entre 1810 y 1811 en la recuperación de las villas entrerrianas que cayeron bajo el dominio español tras la invasión de Michelena a Concepción del Uruguay, Gualeguay y Gualeguaychú. En 1811 se encontró con la muerte prematura”.

También, “Ricardo López Jordán, padre del caudillo de igual nombre, que operó a la sombra de su medio hermano Francisco Ramírez. Durante su vida estuvo involucrado en la lucha política y militar contra el predominio de las provincias vecinas, particularmente Santa Fe, que pretendían tener injerencia en la política interna de la provincia”. Entre ellos, “Pedro Espino tuvo su momento de mayor protagonismo en la etapa más anárquica de la provincia, llegando a ocupar la Gobernación en 1831. Durante su gestión se sancionó la ley de fundación de Concordia”.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)