En Paraná, la imagen desfavorable de la Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner sobrepasa el 80 por ciento de las opiniones mientras que, la del gobernador entrerriano, Sergio Urribarri, orilla el 70 por ciento, según la última encuesta de la empresa Datos realizada a fines de agosto. La ola negativa también cae sobre la gestión del intendente José Carlos Halle. Curiosamente, medidas del gobierno nacional y provincial que son tomadas como favorables también aparecen en la columna de hechos negativos como por ejemplo: la transmisión gratis de los partidos de fútbol o la actitud de pleno acompañamiento que tiene el mandatario entrerriano hacia la figura presidencial. Cobos encabeza las preferencias entre los dirigentes nacionales y le siguen muy de cerca Mauricio Macri y Carlos Reutemann. Los K recién aparecen en el quinto y sexto lugar. Por su parte, la despenalización del consumo de marihuana en privado cosecha, un amplísimo rechazo entre los consultados. Finalmente, surge del trabajo que, Alfredo De Angeli aparece con un alto nivel de adhesión y Atilio Benedetti sufre un desconocimiento importante de buena parte de los entrerrianos.

Hugo Remedi

La imagen negativa de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner es altísima en Paraná, de acuerdo a una encuesta realizada, a fines de agosto, por la consultora Datos. La evaluación sobre la gestión de la primera mandataria nacional arroja un porcentaje negativo del 83,8 por ciento. De ese porcentaje, un 29,5 por ciento de los consultados tiene una imagen regular, mientras que un 54,3 por ciento tienen una imagen negativa. Sólo un 16,1 por ciento de los encuestados se muestra a favor de la gestión presidencial.

A juzgar por los resultados, la imagen de la integrante de la escudería K no despega y, por el contrario, existe un gran descontento de la gente sobre su gobierno. Por cierto, los datos de la encuesta resultan al menos curiosos teniendo en cuenta que esta misma Presidente ganaba las elecciones, hace menos de 2 años, con porcentajes a favor realmente abrumadores que incluso le permitieron aventar, en aquella oportunidad, la posibilidad del ballottage.

Quienes aún confían en la actual mandataria, sostienen su preferencia por diversas consideraciones, triviales en algún caso, como por ejemplo, que ahora se puede ver fútbol en casa o que no hay que gastar en codificado para ver los partidos...

También se reconoce en su gestión que el país está en orden, que tiene buenos proyectos, un buen plan económico y que defiende los intereses de todos los que trabajan en el país. Finalmente, están los que abonan el conflicto que tanto daño le ha costado a nuestro país, entre ellos: el enfrentamiento con el campo, que dicen que Cristina no se deja mandar por los del campo que tienen plata y en ese marco quiere repartir la plata de los que más tienen.

Ahora bien, respecto a quienes objetan su gobierno y lo califican de regular el abanico de “preferencias” es absolutamente mucho más amplio. El 13,1% de los enojados con ella dice que pese a lo que ha pasado no deja de ser soberbia, y no acepta que se pueda equivocar también que nunca fue sincera y que no es creíble.

En la columna de mayor adhesión –más del 80%- le critican la falta de resolución del conflicto con el campo, que no trata los problemas más fuertes que tiene el país, que tiene una política poco democrática, no escucha opiniones y todos los días dice algo que está mal. Aseguran los encuestados que desde su punto de vista no hace nada ni por superar el tema de la delincuencia ni por el problema de la pobreza, no se crean fuentes de trabajo y que lo único que le interesa es relacionarse con el exterior mientras el país está parado. Finalmente, las objeciones apuntan que hace lo contrario a lo que quiere la gente y por ende desde que asumió hay conflictos.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)