Mateo Franzotti tiene 18 años, nació y vive en Paraná y comenzó a jugar al fútbol en la Escuela de Gustavo Giacinti. Hace cuatro años pasó a defender los colores de Unión de Santa Fe donde integra el plantel de Reserva. Además estudia Ciencias Económicas. Hoy disfruta de poder ser parte de un campus para, ni más ni menos, que el Bayern Munich de Alemania.

Desde México, donde desarrolló algunas pruebas antes de pasar a unas de las definitivas que será en suelo alemán, le contó a Uno Entre Ríos que “la chance de esto se da mediante una empresa de Uruguay que trabaja en conjunto con el Bayern. Esta gente uruguaya se contactó con representantes de Argentina para solicitarle a los clubes videos de jugadores en determinadas posiciones y en este caso defensores. Se dio que reuníamos las características que ellos buscaban y esos videos fueron enviados al Bayern con otra cantidad de chicos más. Tuvimos la suerte de quedar junto con mis compañeros. Después de ello pasamos a otra instancia donde ellos se comunicaban vía e-mail y nos mandaron la posibilidad de tener una entrevista para conocernos mejor así que accedimos obviamente. Y ahí se empezó a hablar de lo que se venía para México

Sobre las actividades en suelo mexicano, el paranaense expresó: “El campus se hizo para que sea un lugar neutral entre los europeos y los latinoamericanos. El mejor punto era México así que nos reunimos ahí y comenzamos a entrenar para que ellos vean realmente como somos en la cancha y no sólo por videos. Tuve la suerte, con mi compañero, de mostrarme, gustarles y quedar seleccionado para ir dentro de dos semanas a Alemania a un Campus parecido, pero en sus instalaciones.

—¿Cuáles son tus metas?

—Aspiro a vivir de lo que me gusta y justamente lo que más me gusta es

jugar al fútbol así que ya sea en Unión o en el Bayer Munich voy a intentar vivir de esto. Después hay objetivos que es ganar un título con la selección y demás cosas que se aspiran, pero principalmente quiero vivir de esto y ser feliz. Esa es la meta principal.

—¿Que se dice en Paraná respecto de tu presente?

—Están todos muy contentos a pesar de la distancia y más ahora que surgió esto de no poder volver a Argentina. Yo estoy feliz y tranquilo porque sé que ellos están bien y contentos porque quedé para ir a Alemania. Mi familia me apoya muchísimo y eso me hace bien.

—¿De no quedar cuáles son los pasos a seguir?

—De no quedar en el Bayer definitivamente no pasa nada. Esto es una tremenda experiencia y lo que estamos viviendo y conociendo no tiene nombre. Lo que aprendemos acá nos servirá para el resto de nuestras carreras que al fin y al cabo recién comienzan. Hay que ser una esponja y absorber todos los conocimientos de este club que por algo es uno de los mejores del mundo.