La presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó en la Residencia de Olivos un almuerzo con los gobernadores justicialistas, con quienes analizó la distribución de recursos y evaluó las transferencias a las provincias desde 2003 a la fecha. En el encuentro, planteó la posibilidad de derogar el Impuesto al Cheque.
“Todos estamos de acuerdo que se trata de un tributo distorsivo porque se aplica sobre las actividades económicas, y no sobre las ganancias, y sabemos que su eliminación es un reclamo que vienen haciendo las actividades productivas desde hace mucho tiempo”, sostuvo Benedetti.
No obstante, cuestionó que se quiera sacar este impuesto “sólo por un capricho”, y señaló que se trata de “una amenaza para evadir el tema de fondo, que es debatir sobre una equilibrada distribución de recursos”.
“Si se elimina el Impuesto al Cheque será necesario analizar cómo se lo sustituirá, ya que tanto la Nación como las provincias necesitan recursos”, añadió en declaraciones a APF.
Luego, aseveró que su eventual eliminación “perjudica más a la Nación que a las provincias”, y explicó: “Las provincias solamente se perjudican en un 14,5 por ciento, que es lo que están recibiendo en este momento en concepto del Impuesto al Cheque, por lo que si se define eliminarlo la gran pérdida será para el gobierno nacional, que dejará de percibir una importante cantidad de fondos”.
Consultado sobre las posibles alternativas para sustituir tal impuesto, el legislador prefirió ser cauto y habló de la necesidad de iniciar un debate sobre “la eficiencia tributaria” y de comenzar a realizar “un control estricto del Impuesto a las Ganancias”.