Lucio Guberman, politólogo.
Por Lucio Guberman*
La Organización Panamericana de la Salud publicó en febrero pasado una "Guía para líderes" con las "Orientaciones para comunicar sobre la enfermedad por el coronavirus 2019", se toman los conceptos de confianza, credibilidad, transparencia e involucramiento de la comunidad "fundamentales en la comunicación de riesgos" que allí se promueven para analizar la comunicación de gobierno desplegada por Alberto Fernández.
Confianza
El presidente tomó la comunicación de riesgo en primera persona. El 13 de marzo dio un mensaje por cadena nacional evidenciando desde la propia selección del modo de emisión, la cadena oficial, que se trataba de un tema serio y sensible. Desde el inicio de la alocución resaltó la naturaleza informativa de sus palabras: "voy a compartir con ustedes información importante sobre el coronavirus". El primer dato que brindó fue la declaración del coronavirus como pandemia en consonancia con la Organización Mundial de la Salud, y con esto enmarcó la acción del gobierno: "dicté un Decreto de Necesidad y Urgencia que amplía la emergencia pública en materia sanitaria", el cual apunta a "evitar el desabastecimiento y fijar precios máximos para alcohol en gel, barbijos y otros insumos críticos. (...) permite disponer la suspensión preventiva de espectáculos y el cierre de espacios públicos". En esta cadena anunció también la primera fase de la cuarentena: "aislamiento obligatorio durante 14 días en cuatro casos": personas con diagnóstico confirmado de Coronavirus, ¨casos sospechosos¨, quienes hayan estado en contacto estrecho con los casos confirmados o casos sospechosos y las personas que hayan ingresado a la Argentina en los últimos 14 días, provenientes de países afectados. El mandatario se ciñó a la recomendación de "no infundir más tranquilidad de la necesaria" y al mismo tiempo reforzó su rol de liderazgo definiendo al coronavirus como "enemigo invisible".
Credibilidad
Para construir credibilidad se movió en al menos dos modalizaciones del discurso: el saber y el poder. Desde el saber destacó que "estamos actuando según las recomendaciones realizadas por la Organización Mundial de la Salud, las autoridades de los países más afectados y de nuestros expertos y sociedades científicas". Desde el poder buscó dotarse de credibilidad política realizando los anuncios de profundización de las medidas flanqueado por Rodríguez Larreta (CABA) y Kicillof (PBA), es decir, trascendiendo las divisiones partidarias y buscando algo inédito: afiches oficiales con recomendaciones para evitar el contagio del coronavirus con las firmas institucionales del Gobierno nacional, la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. Esta pluralidad se terminó de expresar en clave federal cuando el presidente realizó el anuncio del aislamiento social preventivo y obligatorio con dos gobernadores justicialistas (Perotti y Kicillof) y dos opositores (Morales y Larreta) a sus lados.
Transparencia
El presidente señaló que: "los contagios van a llegar, sabemos que van a llegar, pero queremos que cuando lleguen, nos encuentren lo mejor preparados posibles". Esta declaración le da un marco de transparencia a la información oficial al establecer que toda información es provisional y que la lucha contra el virus debe sostenerse en el tiempo. En un contexto de alta fluidez de los datos el criterio de lectura oficial es el que proyecta transparencia.
Involucrar a la comunidad
En este aspecto la comunicación de gobierno involucró al presidente pero se descentralizó a nivel capilar poniendo a las fuerzas de seguridad en cada cuadra de la Argentina con un altoparlante advirtiendo sobre la obligatoriedad del aislamiento social. Hay una apelación constante a la sociedad por parte del jefe de estado quien agradeció, en cada oportunidad que comunicó desde la aparición del virus, a los millones de argentinos que se quedan en sus casas y cumplen con la cuarentena, porque "esta no es la pelea de un Presidente, es la pelea de una sociedad, necesito la ayuda de cada argentino, porque estoy peleando por las vidas". El primer domingo de la cuarentena obligatoria Fernández aprovechó un programa de alto rating de Telefé para profundizar la apelación a la comunidad: "me preocupa el idiota que circula con fiebre y no se da cuenta cómo puede afectar a todos, como puede afectar al de al lado... Ese me preocupa, por suerte son los menos". El discurso presidencial se metió de lleno en un tema recurrente en la cultura popular: la "viveza criolla" y trazó un arco de "vivos" a los que desenmascarar que va desde los remarcadores de precios hasta los desobedientes de la cuarentena: "La Argentina de los vivos se terminó".
Síntesis
En este breve repaso de la comunicación de gobierno frente a la pandemia se puede concluir que hasta el momento se viene desarrollando una estrategia acertada que toma en cuenta los aspectos centrales de la comunicación de riesgos incentivando la generación de confianza, credibilidad, transparencia e involucramiento de la comunidad. Una comunicación que tiene al presidente como actor protagónico liderando una batalla contra el virus y los "vivos".
Politólogo, consultor. Profesor de Comunicación Política en UNER y UNR.