Por Nadia Burgos (*)

Nuestra provincia se ve atravesada por un conflicto que requiere un debate en profundidad. Lejos de querer abordar esta problemática desde la perspectiva que se lee y ve en los medios masivos de comunicación, creemos central discutirlo desde una perspectiva que analice los intereses de clase que están en juego.

Despojo y desigualdad

Se presenta como una disputa familiar, pero ha dejado al descubierto las dos caras de Entre Ríos. Por un lado, el agronegocio recalcitrante que muestra su faceta más corporativa: de la mano de Luis Etchevehere, ex ministro macrista y presidente de la Sociedad Rural, se movilizaron sectores que buscan defender privilegios que fueron forjados por el despojo, la estafa y los negociados de todo tipo. Sectores que lograron una rápida respuesta por parte de la Justicia que llamó a una instancia de audiencia y por parte de Bordet, que hoy declaró haber hablado con Cafiero ratificando que “la propiedad privada está garantizada en la provincia”[i]. Rechazamos profundamente las declaraciones, expresiones de odio y movilizaciones que estén a favor de sostener un modelo productivo que despoja, contamina, envenena y asegura concentración de riqueza.

Por otro lado, esta situación, muestra las necesidades más profundas del conjunto de la población. Derechos que no son garantizados como vivienda propia, acceso a la tierra, trabajo y salarios dignos. En una provincia que encabeza la lista de las ciudades con más pobreza del país[i]; donde 190 firmas controlan el 25% de la tierra cultivada y las fumigaciones son más esenciales que nuestra salud y ni la pandemia las frena; se ponen sobre la mesa las desigualdades que el modelo del agronegocio y las políticas de ajuste profundizan.  En esto somos categóricos, y nuestra denuncia cae sobre los gobiernos, hoy el de Bordet, como principales responsables.  Y una vez más, frente a la profundización del saqueo a los pueblos, nos organizamos. Exigimos se garanticen las condiciones para que las actividades que organizaciones sociales impulsan se puedan desarrollar.

La provincia que necesitamos

En el mismo sentido exigimos una transformación integral en nuestra provincia. Como puntapié, el reparto de tierras; y esto empieza recuperando todos los terrenos fiscales, de escuelas, municipales, provinciales y en las islas que fueron apropiados por grupos privados. Es decir, es urgente comenzar una reforma agraria integral y agroecológica. Es central devolver las decisiones de qué y cómo producir a las poblaciones y declarar estas tierras de utilidad social para que se destinen a una producción al servicio de las necesidades alimentarias hoy insatisfechas, y en ese camino generar empleo genuino. Pero también destinar terrenos a la construcción de viviendas para paliar la situación habitacional que se profundiza día a día.  

Vivimos en una provincia en llamas por el agronegocio, la ganadería feedlot y la especulación inmobiliaria. Es urgente organizarnos para recuperar la soberanía de decidir qué provincia queremos. Si una al servicio de las especulaciones y ganancias de unos pocos o una Entre Ríos al servicio de las necesidades de las mayorías. 
 

(*) Referente del MST-Nueva Izquierda en el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT)