Crece la posibilidad de que el ex canciller sea designado en el organismo antilavado; tendría un perfil menos ideológico y aún no se resolvió de qué área dependerá.
Un proceso de compra de pañales dejó afuera a proveedores históricos, adjudicó a una empresa no inscripta y se quedó con un contrato estimado en US$450 millones.