De arranque las necesidades de los dos se conjugaron para armar un partido entretenido, que arrancó de ida y vuelta pero que con el correr de los minutos se fue volcando para los Tigres de Ludueña, que presionaron bien en el medio a Central y que a partir de eso tuvieron más profundidad que el Canalla.
Un Central que ni siquiera pudo aprovechar la ventaja de estar arriba en el marcador, a los 2', luego de que Federico Carrizo definiera bien y de primera, una asistencia de Javier Toledo.
Enseguida, Tiro tuvo el empate en los pies de Armani, pero el delantero hizo una de más y desperdició la chance. Hasta que apareció el Bicho Rossi libre de marcas, a los 12', para poner de cabeza el empate para los locales.
Pese al gol, el Tigre siguió manejando el trámite del partido, especialmente a partir de la presión en el medio, la recuperación rápida de la pelota y el mayor volumen de juego, lo que redundaba en que lograba mayor profundidad. Al punto que Armani volvió a tenerlo, a los 19', pero Valentini se interpuso justo para mandar el balón al córner.
Central recién empezó a hacer un poco de pie en el medio cuando promediaba el primer tiempo, al punto que recién a los 23' llegó al arco rival con una chilena sin consecuencias de Ballini.
Por entonces, no obstante, el Canalla se adelantó unos metros y dividió más en el medio, aunque no lograba ser profundo en los metros finales, consigna La Capital.
En el complemento el partido perdió en emotividad y de a poco el nerviosismo fue ganándole la pulseada al juego, que con el correr de los minutos se convirtió en impreciso y anodino.
En ese marco fue Tiro el que manejó las acciones, pese a que las situaciones más claras las generó el equipo Canalla, como una llegada al vacío de Pirulo Rivarola que se fue por poco y un muy buen tiro libre de Méndez, que tapó con esfuerzo Vega, el arquero tirolense.
Y cuando parecía que el partido se moría con más pena que gloria para ambos, apareció Pirulo Rivarola para enviar al fondo del arco un mal rechazo del fondo anfitrión y decretar el triunfo parcial de Central.
Después, el pibe Coniglio -ingresó por Rivero- lo pudo liquidar en un par de contras, que no tuvieron un buen final. Y en el final lo tuvo Calgaro, pero el balón se fue arriba, para hacer más intenso el sufrimiento y el desahogo posterior de Central, que pese a todos los puntos que dejó en el camino y lo mal que jugó en algunos partidos del torneo, sigue vivo y con la ilusión encendida de que la vuelta a Primera no es una quimera.