En el marco de la sexta fecha del Torneo Argentino B (Zona B), Colegiales de Concordia cayó por goleada frente al líder e invicto del grupo, Crucero del Norte de Misiones, por 4 a 0. Los goles del Colectivero fueron anotados por Franco Cabrera, Matías Escobar Fretes y David Bareiro, en dos oportunidades, todos en la etapa complementaria. Luego de haber finalizado sin abrir el marcador en los primeros 45 minutos, el Cole no pudo soportar los embates de la visita que pasó por la Capital Nacional del Citrus y dejó demostrado una vez más porque es el gran candidato al ascenso. En la próxima fecha los concordienses visitarán a Textil Mandiyú de Corrientes, en tanto que el líder recibirá a Patronato de Paraná.
Crucero del Norte terminó por ratificar su poderío en la Zona B del Argentino B, y confirmó su gran momento al golear a Colegiales por 4 a 0. El partido significó la peor derrota del conjunto local en mucho tiempo y la mejor del visitante en lo que va de este torneo, en cuanto a lo que reflejó el marcador. Tras un primer tiempo aceptable, e incluso con pasajes de dominio, Colegiales se derrumbó en la segunda mitad donde con tantos de Cabrera, Escobar y Bareiro (en dos oportunidades) le terminaron dando el triunfo a los visitantes.
La clave quizás estuvo en los cambios que realizó la dupla técnica en el entretiempo, o sea al inicio de la segunda parte y en la nueva disposición táctica que le cupo a Gustavo Acosta para ese período. Es que en el primer tiempo Acosta se tiró al medio y desde allí pivoteó, jugó de espaldas al arco y abrió brechas para que sus compañeros pudieran recibir bien ubicados. Una muestra fue la jugada originada a los cuatro minutos, cuando la tocaron Piñeyro, Jara y Acosta terminó desbordando para meter un fuerte remate al medio. El arquero se estiró y rechazó, pero corto, y cuando le iba a pegar Jara para festejar, un defensor se la sacó justito.
Incluso, a los seis el Cole tuvo otra. Gallegos peinó la pelota en un tiro de esquina y el arquero pareció sacarla de adentro del arco a la pelota. Sin embargo, el árbitro paró la jugada y dio tiro de esquina. La jugada dejó toda la sensación que había sido gol, pero nadie protestó demasiado.
El primer tiempo no ofrecería para Colegiales nuevas oportunidades, pero el partido estaba en un terreno tranquilo y donde tampoco pasó sobresaltos en lo defensivo. Muñoz, sin brillar, era por lo menos movimiento y toque constante en el medio, aunque por allí chocaba con Acosta por la izquierda. Jara se mostró generoso tocando de primera y armó algunos desajustes en el medio visitante, y Piñeyro se mostraba como salida por izquierda.
Crucero estuvo por momentos sofocado por el aluvión de los primeros minutos, pero luego se animó a salir un poco más y se plantó casi en la mitad de la cancha. Al tener un poco más la pelota emparejó las acciones, aunque careció de potencia ofensiva aunque tuvo buenas intenciones y ya asomaba David Bareiro como un arma a tener en cuenta, porque siempre complicaba con su físico y movilidad.
La visita igualmente avisaría a los 38’ de esa primera parte, cuando Romero sacó un remate ante la salida de Ortiz y éste desvió formidablemente al corner el disparo. Y nada más. Luego llegaría ese entretiempo donde la dupla técnica local decidió dos cambios de entrada. A la cancha David Dri y Santiago Portillo y afuera Muñoz y Locasso. Si bien el delantero no había gravitado en el partido, había tenido la única chance clara de gol.
Y esos jugadores que ingresaron no tuvieron incidencia en el partido, como también fue un tanto improductivo que pararan a Gabriel Gallegos un poco más delante de la línea media de juego. Es cierto que el Gaby sorprendió un par de veces, pero jugando en esa posición justamente no sorprendió esta vez. Entonces, Patricio Roldán estuvo muy sólo en el medio y por ello intentó suplir ello con despliegue, aunque sin mucho resultado. Por eso el ingreso de Laco Benítez para dar una mano.
Crucero comenzó a tomar las riendas del partido, manejó la pelota mejor Cabrera con Romero (hasta que estuvo), con Peña, siempre asistiendo a un Bareiro complicado para la defensa. Y fue Cabrera a los 15’ quien abrió el marcador, ingresando por la derecha y definiendo al primer palo de Ortiz. El Cole no tuvo mucha reacción porque Crucero se adueñó de la mitad del campo y le dejó construir poco en ese sector.
Y no extrañó que llegara el segundo, a los 32 minutos, en una jugada muy parecida a la del primero y también rematada exactamente desde el mismo lugar, aunque esta vez por medio del ingresado Escobar. El tanto fue un mazazo para los locales que a partir de allí, sí lució más desconcertado en la cancha, porque Jara peleaba más de lo que podía hacer, porque Acosta estaba como encajonado adelante y porque en el medio se perdía mucho no habiendo precisión. Y empezó a aparecer Bareiro.
Primero fue a los 38’ con un remate bajo, esquinado, entrando por el medio y ganándole la espalda a los defensores. Luego fue a los 44, para cerrar el partido, esta vez entrando por derecha y sacando un bombazo con el que nada pudo hacer Ortiz.
El partido estuvo liquidado mucho antes del cuatro a cero, porque se vio que Colegiales no pudo exhibir las respuestas que hubiese querido tener. Además, hubo un mejor resto físico en el visitante y, por supuesto, una mayor concepción futbolística del partido, una mejor lectura del mismo, para terminar ratificando por qué, hasta ahora, es el amo y señor de la zona con una marcha triunfal. Un Crucero que no se detiene y que parece encaminado a buen puerto.
Colegiales encarará una semana de mucho trabajo y en el horizonte más cercano tiene otro partido complicado en Corrientes, el domingo, ante Mandiyú. Por supuesto que fue un duro golpe, pero del que tendrá que reponerse pronto, señala El Sol.