Holanda ganó el Grupo B goleando a España, por 5-1; luego superó con mucho esfuerzo a Australia, por 3-2, y finalmente le ganó a Chile, por 2-0. El equipo dirigido por Louis Van Gaal demostró en esta primera fase precisión, velocidad y un poderío notable en ofensiva, con uno de los mejores elementos del Mundial: el delantero Arjen Robben. Al atacante del Bayern Munich se le suma Robin Van Persie, quien regresará al equipo, tras la suspensión que le impidió jugar ante Chile.
Holanda, tres veces subcampeón mundial, dos de ellas perdiendo ante los locales (Alemania 1974 y Argentina 1978), siente que nuevamente puede llegar a una definición y el camino al estadio Maracaná el 13 de julio asoma accesible. Sin embargo, si existe un adversario incómodo para cualquier equipo, ese es México.
Este equipo ya demostró que es de temer para cualquiera y Brasil lo sufrió al no poder vencerlo ya que igualaron sin goles, luego de una superlativa tarea del arquero Guillermo Ochoa, de lo mejor en su puesto hasta ahora.
La clasificación del equipo que dirige Miguel Herrera se concretó con los triunfos ante Camerún, por 1-0, y Croacia, por 3-1, jugando con disciplina, gran temperamento y figuras de nivel como el interminable Rafael Márquez (lleva cuatro mundiales), Giovani Dos Santos, Andrés Guardado y el goleador Oribe Peralta.
México se clasificó para jugar el Mundial, al vencer a Nueva Zelanda en el repechaje, al que llegó gracias a un gol de Estados Unidos sobre la hora a Panamá, cuando las esperanzas eran prácticamente nulas.
El DT Herrera parece haber concretado “un milagro” con un equipo que era caótico y que llegaba sin pretensiones al Mundial, transformándolo en un oponente duro para todos.
Holanda apostará al vértigo, a la verticalidad, pero sin hacer locuras defensivas, mientras que los mexicanos no deberían cambiar golpe por golpe e intentar que el desarrollo se juegue a su ritmo y con la máxima tenencia de balón.
El de este domingo será el séptimo juego entre ambos seleccionados con una mínima ventaja de los holandeses, de tres triunfos contra dos, además de un empate. Esa igualdad, 2-2, se produjo en una Copa del Mundo, la de Francia 1998, en un partido jugado en el estadio Stade Geoffroy-Guichard.