El equipo dirigido por Pablo Guede, con un 4-1-4-1, tuvo una mayor tenencia de la pelota, fue más profundo en ataque y además contó con las chances de gol más claras. Pero no las plasmó en el marcador.
Huracán, con un 4-2-3-1, aprovechó muy bien su momento en el final de la primera etapa y, en el comienzo de la segunda, liquidó el clásico con una preciosa definición de Ramón Ábila, a los 7 minutos. Casi de inmediato hubo un gol en contra de Caruzzo, a los 11, que ensanchó la diferencia.
Antes y después, San Lorenzo, chocó con la enorme figura de Marcos Díaz, el arquero del Globo, pero también con su falta de puntería, más allá del descuento de Quignon, a los 32 minutos.
Pero lo más preocupante para el DT Guede fue la enorme cantidad de errores en defensa, algo que fue determinante para la victoria de Huracán.
Domínguez, además de la alegría por ganar otro clásico (el segundo consecutivo como DT), se llevó un par de buenos rendimientos de sus jugadores, como los de Díaz, Mariano González y Montenegro, aunque también varios aspectos del juego para corregir, especialmente en defensa, da cuenta Télam.