Parque Sur de Concepción del Uruguay se alista para la próxima edición de la Liga Argentina de Básquet. Para la ocasión, la entidad de La Histórica apostó por un interno de experiencia como Guillermo Romero. Este pivote de 26 años, y 1.97 metros, se convertirá en una referencia para la plantilla plagada de talento joven. El platense realizó declaraciones y analizó los objetivos del elenco de Concepción del Uruguay, así como compartió las sensaciones que brotan en su interior con este nuevo paso en su carrera.

En el comienzo, se refirió a la pretemporada que lleva adelante el plantel. Al respecto expresó: “Los primeros días me sentía cansado, porque si bien venía entrenando en mi ciudad con Platense, las cargas de una pretemporada son más intensas, pero me pude poner a tono con el correr de la segunda semana”.

—¿Cómo ves al equipo?

—El equipo me gusta, somos un equipo con jugadores muy jóvenes, eso nos puede dar verticalidad al momento de correr la cancha, vamos a ser un equipo muy intenso en cuanto a lo defensivo, sumado a que el entrenador nos da la confianza para sentirnos importantes a todos en el momento de la toma de decisiones. Mi balance con respecto al plantel es muy positivo.

—¿Qué le podés aportar a tus compañeros y al juego?

—Al ser un plantel joven, me toca ser uno de los más grandes, eso hace por ahí que cuando digo algo mis compañeros me escuchen y tomen los consejos que les doy, me tomen como una especie de referente dentro de la cancha. Me gusta este desafío. En cuanto al juego, puedo aportar mucha intensidad desde lo defensivo y verticalidad al momento de atacar, levantar a mis compañero cuando por ahí no estén pasando un buen momento dentro de la cancha.

—¿En qué punto estás en lo físico?

—Me considero una persona demasiado autoexigente, y siempre creo que se puede estar mejor, no hay techo para un jugador si se lo propone pero creo que me encuentro desde lo físico ocho puntos, y lo táctico, se va a ir acomodando con el pasar de las prácticas, conociéndonos más con los compañeros y el estilo de juego de cada uno, pero vamos por muy buen camino.