A ocho años y medio de haber cerrado sus puertas, el Banco Municipal de Paraná en liquidación tiene por cobrar aún una deuda a valores históricos de más de 22.5 millones, monto que desde hace un par de semanas se convirtió en su totalidad a pesos. En realidad, hasta el 10 de junio pasado, esa cifra era sensiblemente mayor: se estima que ascendía a unos 43 millones de pesos; puesto que una buena parte de las acreencias —se calcula un 50 por ciento de los 22.5 millones— había sido pactada en dólares, según se supo.
Hace unos 10 días, la Comisión Especial del Concejo Deliberante a cargo del proceso de liquidación del banco residual, decidió por mayoría convertir a pesos la totalidad de la cartera de deudores de la entidad en moneda estadounidense con el siguiente criterio: un dólar por un peso.
Además, esa fórmula será “sin ninguna cláusula de ajuste a los capitales pesificados“, como una manera de facilitar las condiciones para que los deudores se pongan al día.
Es decir, que quien haya tomado un préstamo de 1.000 dólares en 1993, podrá devolver 1.000 pesos y cancelar su pasivo. Ahora bien, ese monto se mantendrá si el pago es al contado. En cambio, si se opta por un plan de financiación se aplicará al saldo histórico (los 1.000 pesos) intereses del 0,5 al 1,5 % mensual, según el caso.
Las medidas están contenidas en una resolución emitida por la comisión y cuentan con el aval de dos de sus tres miembros: los concejales oficialistas Humberto Gracia y Juan Carlos Albornoz. En tanto, el representante de la oposición, Mauro Almada, se abstuvo de firmar el documento.
Entre los argumentos de la resolución, se mencionan el tiempo transcurrido —el banco cerró el 30 de noviembre de 1995—, las dificultades cada vez más pronunciadas para recuperar la cartera y la necesidad de actualizar las viejas pautas tras los cambios en la economía en los últimos años.
También se lee en los considerandos que “el objetivo fundamental de la liquidación es realizar sus activos para cancelar sus pasivos en el menor tiempo posible“. Sin embargo, esa posibilidad parece lejana si se considera que la conversión prescinde de índices de actualización y que la cartera de deudores tiene un alto nivel de incobrabilidad.
Todo hace suponer, entonces, que se ahondará la brecha entre los montos a recuperar y las obligaciones a pagar, diferencia que deberá afrontar la Municipalidad de Paraná.
Ahora bien, entre las deudas contraídas de urgencia por el Municipio para atender las obligaciones de la entidad al momento del cierre, figura un empréstito de 20 millones de dólares con el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial.
Eso ocurrió a fines de 1995, y desde entonces hasta ahora, el Municipio ha cancelado principalmente intereses del préstamo y sólo un millón de dólares en concepto de capital. Es decir que el resto se suma a la ya abultada deuda pública municipal y se trata de más de 38,5 millones de pesos, tras pesificar los montos en el marco de la operación de canje de deudas con la Nación.
Además, en el pasivo de la Comuna de Paraná figura un crédito del Banco de Entre Ríos, adquirido en 1999. El monto pendiente de cancelación es de más de 8,2 millones de pesos; o sea, que se trataría de 46 millones de pesos que habría insumido la caída de la institución.
Así las cosas, una fuente que siguió de cerca el proceso de liquidación opinó que cualquier medida que se tome sobre los créditos pendientes de cobro de la entidad debe estar relacionada con los pasivos del banco. Y explicó: “La deuda principal del Municipal es con el Fondo Fiduciario, si lo del fondo se hubiese pesificado uno a uno, no habría ningún perjuicio. Pero si lo del Fondo se actualiza 1,4 pesos más CER y lo que se cobra se pesifica uno a uno, queda una diferencia que tendrá que pagar la Municipalidad“.
El hecho de que parte de la cartera de deudores esté en dólares, se debe a dos razones: hubo clientes que tomaron préstamos en moneda estadounidense y otros rubricaron convenios de pagos en dólares durante el apogeo de la Convertibilidad. “Es que los clientes optaban por el dólar porque en ese momento de paridad convenía, debido a que disminuían los intereses a pagar”, dijo otra fuente, tras opinar que fue por entonces cuando la mitad de la cartera pasó a valores en la moneda extranjera.
Urgida por apurar el proceso de liquidación, el año pasado la gestión anterior implantó una medida de excepción que se prolongó hasta fines de 2003, que consistía en pesificar los saldos uno a uno, con la actualización mediante el Coeficiente de Variación Salarial (CVS) o CER e intereses. Sin embargo, la medida no dio los resultados esperados.
Es que se estima que entre el 66 y el 70 % de la cartera de deudores es incobrable. O sea, que “si hay 22 millones de pesos, se calcula que efectivamente se terminarán cobrando, con suerte, entre 8 y 9 millones“, aseguró el informante.
Pedido de Informe sobre la situación del ex Banco Municipal
Los concejales, Aldo Bachetti y Jorge Maier (Nuevo Espacio Entrerriano) están elaborando un pedido de Informe sobre la situación del Residual del Ex Banco Municipal. “Como es sabido la caída del Banco Municipal generó un endeudamiento millonario al municipio que afecta al presupuesto anual, involucrando directamente a los vecinos, privándolos de obras públicas y de prestación de servicios; en definitiva, desmejorando la calidad de vida de los paranaenses. A esto hay que sumarle el agravante de las serias dudas generadas al conocerse información pública sobre que se recuperaron 15 millones de pesos y al municipio sólo ingresaron 3 millones y de los otros 12 millones se desconoce el destino”, aseguraron.
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